La Diputación, gracias al acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), pondrá a disposición de 75 municipios de la provincia de menos de 5.000 habitantes, la posibilidad de incorporar más de un millar (1.031) de árboles y arbustos de especial interés ambiental,además de otros 250 olmos resistentes a la grafiosis.

Además de olmos comunes se han distribuido manzanos silvestres, cerezos, serbal de cazadores, libocedro, pino albar y negro, tejo, aligustre, fresno, plátano, bonetero, arraclán y aliso. Todas ellas especies bien aclimatadas a la provincia y que minimizan los costes de mantenimiento.

La idea, desde la diputación es mejorar el ajardinamiento urbano, además de fomentar el uso de árboles bien adaptados a la climatología de la provincia, y en el caso de los olmos facilitar su recuperación en la comunidad. “A menudo para jardinería urbana se han utilizado especies, quizá con especial valor decorativo, pero con problemas de expansión de plagas, poco reactivas a las condiciones climáticas locales o con unos índices de polen que facilitan las alergias”, explica Jaime Pérez, diputado de Promoción Económica.

El programa ha tenido especial éxito y hasta 76 municipios presentaron su solicitud. Todas han sido atendidas menos una, al superar los 5.000 habitantes. Para la distribución se han tomado como parámetros factores demográficos, con un máximo de 15 árboles para pueblos de menos de 500 habitantes y así progresivamente hasta los 35 árboles para municipios con más de 3.000 habitantes.

Los municipios que entran en la distribución se comprometen a cumplir unos requisitos concretos a efectos de documentación (especificar lugar de plantación y origen del ejemplar, plantar en zonas de uso público, entre otros).