La Junta de Castilla y León financia nueve intervenciones en siete centros educativos de Infantil y Primaria de Segovia capital para mejorar sus condiciones de seguridad, ampliar, reformar y adaptar espacios o avanzar en eficiencia energética, con una inversión total de 366.178,30 euros, con algo más de 265.000 euros de Educación; 100.201 euros de Presidencia, con cargo al Fondo de Cooperación Económica Local General 2021, destinada a pintura de aulas, cerramientos y vallados.

En concreto, se llevaron a cabo o están en desarrollo nueve proyectos de mejora en los colegios: ‘San José’, ‘Villalpando’, ‘Santa Eulalia’, ‘El Peñascal’, ‘Diego de Colmenares’, ‘Carlos de Lecea’ y ‘Eresma’. La Junta trata de potenciar especialmente las obras relacionadas con la seguridad y accesibilidad de los centros educativos, aunque también se han ejecutado intervenciones para resolver necesidades de renovación de los centros y para conseguir un mayor ahorro energético.

Las actuaciones promovidas por la Consejería de Educación en los CEIP de la capital se incluyen entre las obras de Reparación, Mejora y Sustitución (RMS) que financia la administración educativa en los centros públicos.

En el ejercicio 2021, estas obras contaron con una dotación adicional para la ciudad de Segovia, como consecuencia del acuerdo de colaboración alcanzado entre la Consejería de Educación y el Ayuntamiento de la capital sobre las obra de consolidación de taludes en la cornisa de la lastra existente entre la calle Murillo y el Valle de Tejadilla. Un tramo de 60 metros lineales de dicho talud es lindero con el CEIP ‘Carlos de Lecea’.

En este mismo colegio, también está la obra de mayor cuantía ejecutada por la Consejería de Educación, con un presupuesto de 90.325,29 euros, ha sido la de mejora de seguridad del patio y ampliación del comedor de este centro, obra que había sido demandada por la comunidad educativa del propio colegio.

La actuación consiste en la mejora de seguridad del patio con la eliminación de escalones aislados e irregulares y la nivelación de la solera para eliminar desniveles sin proteger. También se urbaniza el patio trasero que llevaba cerrado, sin uso ni mantenimiento durante tres años, por los problemas de seguridad provocados por la inestabilidad del talud próximo al colegio.

La urbanización del patio trasero dotará al edificio de mayores prestaciones, al integrar tanto una zona verde como una zona de huertos escolares y una zona de juegos. Se aprovecha esta intervención, como en otras ocasiones, para resolver los problemas que aún quedaban de accesibilidad, eliminando barreras arquitectónicas mediante la construcción de tres rampas accesibles.

Además de estas intervenciones en la urbanización de los patios, se amplía el comedor para aumentar su capacidad, que pasa de 57 metros cuadrados de superficie a 96 metros cuadrados.