Más de mil alumnos se quedaron este curso escolar 2020-2021 sin una plaza en los ciclos formativos de Grado Medio y Superior de Formación Profesional (FP) en la rama sanitaria en Castilla y León como Cuidados auxiliares de Enfermería, Laboratorio, técnico de Rayos y Anatomía patológica, entre otras. En concreto, un total de 1.273 estudiantes que habían solicitado cursar algunos de los ciclos de FP en primera opción durante el periodo ordinario no logró plaza, una vez que ya se había completado la oferta de la Consejería de Educación.
La rama sanitaria de los ciclos de FP siempre ha despertado el interés de los jóvenes por su alta empleabilidad, algo que ha aumentado en los últimos meses ante la falta de determinados profesionales de cara a reforzar las plantillas en los centros sociosanitarios, clínicas y hospitales para hacer frente a los brotes del COVID.
En este sentido y según la información facilitada por la Consejería de Educación a la Agencia Ical, el ciclo formativo con más solicitudes de alumnos que se quedaron sin plaza fue, con mucha diferencia, el de Cuidados auxiliares de Enfermería, con 385. Se trata de un ciclo de Grado Medio que se imparte en todas las provincias de la Comunidad salvo en Palencia. León acaparó casi cuatro de cada diez solicitudes sin plaza, con 147 estudiantes que habían elegido este ciclo en primera opción en el periodo ordinario. Le siguió Salamanca (91), Burgos (39), Ávila (31), Segovia (27), Valladolid (26), Zamora (14) y Soria (diez).
El siguiente ciclo con más alumnos sin plaza fue el de Grado Superior de Laboratorio Clínico y Biomédico, con 273, que se repartieron entre las 88 de Salamanca, las 53 de Valladolid, las 41 de Zamora, las 27 de Burgos, las 24 de Soria, las 16 de Palencia, las 13 de León y las once de Segovia. A continuación, aparece el ciclo, también superior, de Imagen para Diagnóstico y Medicina Nuclear, con 216 alumnos sin plaza tras haberlo demandado como primera opción para convertirse en un futuro en técnico de Rayos, entre las 129 de Salamanca y las 87 de León.
En la rama sanitaria, también fueron muy demandados los estudios de Anatomía patológica y Citodiagnóstico, con 147 jóvenes sin opción de cursarlos (cien en Valladolid y 47 en Burgos). A todos ellos, hay que sumarles el ciclo de Grado Medio de Farmacia y Parafarmacia (84), el superior de Higiene bucodental (71), Dietética (54) y Emergencias sanitarias (43).
El ciclo de Grado Medio de Sistemas microinformáticos y Redes logró colarse este curso entre los más solicitados por el alumnado de Formación Profesional, ya que sumó 196 solicitudes sin plaza, que se repartieron entre las 37 de Ávila, las 36 de Salamana, las 34 de León, las 32 de Segovia, las 19 de Soria, las 15 de Palencia y Valladolid y las cuatro de Burgos y Zamora.
Otro de los ciclos que cada año tiene más demanda que oferta es el de Grado Superior de Educación Infantil, con 162 alumnos que no lograron entrar después de haberlo elegido como primera opción. Hubo especial interés en León (79) y Salamanca (61), seguido de Segovia (diez), Ávila (seis), Soria (cuatro) y Zamora (dos). También tuvo unos números similares el de Enseñanza y Animación sociodeportivo, con 159 solicitudes sin plaza, repartidas entre León (69), Salamanca (44), Valladolid (42) y las dos de Ávila y Zamora, en cada caso. Les siguieron Administración y finanzas (93), Gestión forestal y del medio ambiente (69), Ganadería y asistencia en sanidad animal (62), Desarrollo de aplicaciones multiplataforma (60) y Automoción (53).
3.424 solicitudes sin plaza
Un total de 3.424 solicitudes de alumnos de FP se quedaron sin plaza en el periodo ordinario para el presente curso, de las que 1.244 correspondieron a ciclos de Grado Medio y 2.180 a los de Grado Superior. Las solicitudes se repartieron, sobre todo, entre las provincias de Salamanca (1.008), León (717) y Valladolid (600). No en vano, supusieron casi siete de cada diez. Les siguieron Burgos (275), Segovia (236), Soria (161), Palencia (150), Ávila (146) y Zamora (131).
A la vista de estos datos, fuentes de la Consejería de Educación apuntaron a Ical que el incremento de plazas en un ciclo de Formación Profesional no solo depende de la demanda de los alumnos, sino también de la solicitud de personal cualificado en el sistema productivo de Castilla y León. “Es necesario mantener un cierto equilibrio entre la oferta de plazas y la demanda de personal cualificado en el sistema productivo”, precisaron. En todo caso, añadieron que la rama sanitaria es muy demandada pero destacaron que la oferta de plazas de los ciclos de esta familia es, “con diferencia”, la mayor en la Comunidad.
Evitar la «sobreproducción»
La explicación de la Junta es que una “sobreproducción” de egresados de una determinada especialidad podría ser perjudicial para los propios estudiantes, ya que podría tener como efecto colateral una reducción de los salarios al haber muchas personas dispuestas a aceptar los escasos empleos.
El secretario autonómico de Negociación de CSIF Enseñanza, Mariano González, rebatió la respuesta de la Consejería al declarar que una administración tiene que dar la mayor formación posible y no pensar en si un incremento de la oferta puede “saturar” el mercado laboral. No en vano, señaló que la sociedad demanda auxiliares de enfermería y otros profesionales sanitarios de ciclos de FP, tal y como ha quedado demostrado con la pandemia.
A su juicio, la justificación principal para no crear más plazas en los ciclos de FP en la rama sanitaria es su elevado coste económico y, en ocasiones, las dificultades para contar con profesionales formados que hagan de docentes. “Montar un ciclo sanitario requiere de una inversión muy importante, ya que es necesario adquirir material costoso que además hay que renovar de forma periódica”, significó. No en vano, recordó que numerosos equipamientos de ciclos formativos de FP se costean con fondos europeos.
En este sentido, González mostró su esperanzas en el Plan de Formación Profesional anunciado en julio por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está dotado de cerca de 1.500 millones de euros y busca resolver dos problemas estructurales como el elevado número de personas que carecen de acreditación formal de sus competencias profesionales y el desequilibrio en los niveles de cualificación en relación con las necesidades del mercado laboral.
La consejera de Educación, Rocío Lucas, destacó esta semana que los estudios de Formación Profesional garantizan una alta inserción laboral, fijan población, al responder a una demanda viva en su entorno, y se pueden adaptar a una demanda laboral “en constante cambio e innovación”.
Lucas marcó como una de las principales metas de esta la legislatura el impulso a la Formación Profesional, durante la entrega de premios a 90 estudiantes de la Comunidad que han realizado los mejores trabajos en cada una de las 27 especialidades de la competición Skills Castilla y León, que se han celebrado del 15 al 23 de marzo en siete centros.
Según manifestó, cada día es más evidente y que se demuestra curso tras curso en el incremento del número de alumnos, por lo que animó a toda la comunidad educativa que forma parte del itinerario de Formación Profesional a seguir engrandeciendo estos estudios con la implicación, compromiso y, sobre todo, “vuestro buen hacer y vuestra excelencia”.