Tras tres semanas de petición, más de 1.100 personas, triplicando el número de los habitantes de Lastras de Cuéllar (Segovia), suscribieron el llamado Manifiesto del Agua Potable, lo que demuestra “la implicación de la gente ante un problema que no querríamos que se eternizara”. Esta acción, con las firmas y el manifiesto, será trasladada a la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León para que “tomen cartas en un asunto primordial que acucia a los vecinos”.

El Ayuntamiento de Lastras de Cuéllar necesita la ayuda de las dos administraciones para poner fin a esta situación, en la que según explicaron en el manifiesto, los vecinos de este pueblo ya han perdido “la cuenta de los años que Lastras de Cuéllar lleva sin agua potable”, sabiendo que es culpa de “los arsénicos y los nitritos” pero, una vez que hay un diagnóstico, lo que se esperan son soluciones.

“No puede ser que, a estas alturas del siglo XXI, con el río Cega y el magnífico manantial de las Fuentes de Aguilafuente a tiro de piedra, tengamos que seguir aprovisionándonos de botellas y garrafas, como en los años cincuenta del siglo XX”, se detalla en el manifiesto por el agua potable en Lastras de Cuéllar, con unos vecinos cansados de salir en los medios de comunicación porque el agua potable no llega a los grifos de sus hogares. “Una y otra vez, casi siempre por la misma martingala”, subrayaron.

El Ayuntamiento de Lastras de Cuéllar no tiene de recursos para acometer una obra de tal envergadura, pero la Diputación de Segovia y la Junta de Castilla y León, responsables subsidiarias, no se han movido. El manifiesto finalizó con las contundentes palabras: “Lastras pierde población a un ritmo acelerado. La carencia de agua potable es un baldón añadido a los problemas seculares del medio rural. Queremos agua potable en nuestros grifos. Y la queremos ya”.