El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, advirtió de que “estamos ante una tendencia alcista” en los datos de contagios de COVID que revelan que “estamos en el inicio de la tercera ola” por lo que llamó a cumplir las medidas sanitarias establecidas.  El presidente precisó a Onda Cero Salamanca las medidas que estarán vigentes, como la prohibición de reuniones de más de seis personas no convivientes, el toque de queda a las 22.00 horas o el cierre perimetral a partir del 10 de enero. “Son medidas eficaces que permitieron en la segunda ola bajar la incidencia acumulada, salvar vidas y la economía”, dijo.

Mañueco afirmó que la vacuna “abre un tiempo de esperanza” pero “no podemos bajar la guardia, porque hay que seguir protegiendo a las personas más vulnerables”.

El jefe del Ejecutivo autonómico insistió en que hasta que el proceso de vacunación no concluya, hasta que no se logre inmunizar al 70 por ciento de población, “es fundamental” mantener medidas como la distancia seguridad, la limpieza de manos, el uso de la mascarilla o la ventilación de espacios cerrados. “Máxima precaución y no bajar la guardia”, enfatizó.

Mañueco defendió que todos los ciudadanos deben sostener los esfuerzos contra la COVID y constató que “no podemos tirar ese esfuerzo por la borda”, para reprobar los actos “que no están a la altura de la sociedad de Castilla y León”.

En cuanto a la campaña de vacunación, defendió que se está haciendo de forma «ágil» y recordó que se ha iniciado con las personas mayores en residencias y entre los trabajadores socio-sanitarios de estos centros, y proseguirá entre los profesionales sanitarios, los mayores y dependientes y el resto de grupos identificados. Al respecto, indicó que irán vacunando a medida que el Gobierno les suministre las dosis y garantizó que si hay que intensificar el proceso, elevarán el personal de los equipos.

Mañueco espera que 2021 “será el año en que superemos esta pandemia” y asumió que habrá que hacer un “esfuerzo” para acabar con la crisis sanitaria y también para afrontar la crisis económica y comprometió que utilizarán “al límite” sus posibilidades, para ayudar a empresas y autónomos de los sectores productivos más dañados, como el hostelero.

En este sentido, defendió las cuentas elaboradas por la Comunidad, para el año que viene, las más altas de su historia, con apoyos para los sectores más afectados, pero advirtió de que “estamos llegando al limite de nuestra posibilidades”. Así, destacó que es “fundamental, un esfuerzo más del Gobierno de España” a estas actividades.

Mañueco indicó que desde el punto de vista institucional las relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez son de “lealtad” pero lamentó “profundamente” las decisiones que adopta, como el reparto del primer tramo de los fondos de la UE, 10.000 millones, de los que la Comunidad recibirá 335 millones, cuando debía recibir “casi el doble”.

Fernández Mañueco constató que Castilla y León está entre las autonomías más perjudicadas por una fórmula de reparto que no responde ni al sistema de financiación, ni a la población ni al PIB. Asimismo, anunció que iniciarán gestiones con otras autonomías para que “el reparto en el futuro tenga en cuenta criterios como la despoblación”. “Hay que mirar al interior de España; no queremos un modelo solo de grandes ciudades y nos han marginado”, denunció.

Fase 4

Por su parte, el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, se mostró hoy convencido de que toda la Comunidad pasará en breve a nivel 4 ante el incremento de los contagios por COVID-19, situación que conllevará la adopción de más medidas restrictivas. En la actualidad, sólo Ávila y Salamanca, permanecen en nivel 3.

En una entrevista concedida hoy Radio Palencia (Ser), el vicepresidente recalcó que el virus sigue estando ahí y que, a pesar de que el 80 por ciento de la población esté haciendo las cosas bien, “con que unos pocos no cumplan la propagación del virus es imparable. Igea entiende que “todos estamos cansados” pero recalca que es necesario seguir cumpliendo las normas y las recomendaciones sanitarias, ya que “la tercera ola está ya aquí”.

Además, mostró su preocupación con los datos de incidencia que presenta la provincia de Palencia y que “están resultando casi imposible bajar”, aunque reconoce que están influyendo muchos los brotes detectados en residencias de mayores así como el del hospital y “no tanto por transmisión comunitaria”.

Además, alertó de la alta ocupación hospitalaria que registra el Río Carrión, en especial en las unidades de críticos, situación que se suma a que no ha sido posible bajar la presión asistencial en provincias vecinas que podrían servir de alivio como es el caso de Valladolid.