Y llegó el momento. 100 días, una ‘no boda’ y miles de abrazos pendientes. Segovia abre su movilidad y cientos de familias volverán a abrazarse. Ese es el caso de Julia, una segoviana residente en Madrid, hace tiempo os contamos que había decidido anular su boda, el 1 de mayo, ese día finalmente descansaba del Hospital, donde ejerce de enfermera, junto a Víctor, su pareja. Hoy las autoridades ya les han permitido volver a Segovia, y no han querido esperar, mañana hay que incorporarse al Hospital pero, antes, toca dar alguno de los abrazos pendientes, a su familia, a su madre, a su hermano, a sus tíos y primos. ¡Mamá, ya estoy aquí!
El día de su ‘no boda’ lo celebró comiendo del mismo restaurante que tiene contratado, pero fue un cochinillo Viajero, del popular restaurante José María. También tuvo ramo de flores, un regalo no esperado y muy emocionante de sus primos, desde Segovia. Han sido meses duros, por la distancia y por conocer de primera mano la realidad: «somos sanitarios, hemos visto día a día lo devastador de esta pandemia». «Sabíamos que nuestro deber era estar allí, colaborando con la Sanidad, luchando en primera línea», explican Julia y Víctor.
Desde que José María publicara en redes su historia, han sido muchos los medios que se han hecho eco de su no boda, de su profesión. Ellos han sido la voz en Segovia de cientos de parejas que han tenido que retrasar su enlace. Hoy, su abrazo, es la imagen de cientos de abrazos, de aquellos que desde hoy, con la prudencia de saber que la crisis de la Covid19 no ha terminado, muchos nos daremos con los nuestros. Y bien los saben ellos que, hace semanas, probablemente por su profesión y por la falta de profesión, también pasaron la enfermedad
Ahora todo es un recuerdo, ahora llega el momento de volver. ¡Ya están en casa!
Esta es su historia, una de las miles, cada uno tenemos la nuestra. Hoy es el día.
¡Felices reencuentros, segovianos!