Los bomberos de la ciudad de Segovia, a través del ayuntamiento, han hecho un llamamiento a la responsabilidad y el civismo y han denunciado “La mala práctica de algunos ciudadanos que arrojan al contenedor los restos de cenizas, carbones y ascuas de las chimeneas puede ocasionar un incendio en el contenedor con el consiguiente daño en el mobiliario urbano y gasto para las arcas municipales, pero también en los camiones de recogida de residuos”  Las brasas pueden tener fuego latente durante horas, y los bomberos aconsejan que pasen ese tiempo en un cubo-recipiente metálico antes de tirarlas al contenedor, “siempre en bolsas cerradas y después de haberles echado agua para estar completamente seguros de que no pueden prender”.

La Ordenanza Municipal de Residuos establece que introducir algún objeto o sustancia que interfiera en el normal funcionamiento de los camiones de recogida de residuos se considera una infracción grave, y quemar contenedores, como muy grave. Y aun así, los bomberos han tenido que salir en 32 ocasiones este año para sofocar los fuegos registrados en 37 contenedores de la capital segoviana (ocho de ellos en Revenga) “entre actos vandálicos y descuidos por depósito de cenizas”. De modo que “teniendo en cuenta los riesgos que acarrean, los efectos y consecuencias, el Ayuntamiento pide la máxima colaboración y precaución de los ciudadanos”

El Ayuntamiento recuerda por ello “a todos los vecinos y empresas” el peligro que conlleva depositar brasas o cenizas de chimeneas y estufas sin asegurarse de que estén bien apagadas, ante el riesgo de provocar sucesos como el del pasado miércoles por la noche, cuando se incendió un camión de recogida en la avenida de la Constitución.

Foto: Un bombero de Segovia durante un simulacro de incendios/Ical