La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que desde el pasado 1 de septiembre lleva a cabo una exhumación en el cementerio de la localidad segoviana de El Espinar, encontró hoy una alianza de matrimonio cuya fecha coincide con el día de la boda de Eugenio Insúa e Irene Serrano. La hija de ambos, Rosa María, de 84 años, ha promovido que se lleve a cabo la exhumación de esta fosa común.
En el noveno día de trabajo, apareció este joya que, tras su limpieza, dejó ver la fecha 1 de junio de 1931 la misma que puede leerse en el acta matrimonial. “Eugenio Insúa fue asesinado en El Espinar por las tropas fascistas sublevadas, el 25 de julio de 1936, junto a un grupo de hombres que, sin formación militar, trataron de frenar el golpe de Estado y evitar que sus hijos e hijas tuvieran que vivir cuarenta años bajo una dictadura”, explicaron en un nota de prensa.
El día anterior a su muerte, Eugenio había bajado a Madrid para celebrar el tercer cumpleaños de su hijo. Durante años, su hija Rosa María luchó para que se llevará a cabo la exhumación. Primero lo intentó con una asociación que por falta de una exhumación no pudo hacerla y finalmente comenzó el pasado 1 de septiembre.
La aparición de la alianza es una evidencia de la posible identificación de sus restos, pero la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene previsto realizar una prueba de ADN para verificarlo genéticamente. El objetivo de estos trabajos en escontrar e identificar los restos de entre 15 y 17 personas que acudieron desde Madrid para frenar el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Entre ellos había algunos trabajadores de la Casa de la Moneda en Madrid y del Ministerio de Fomento.
La exhumación se lleva a cabo con los fondos que aportan los socios y socias de la asociación, con un grupo de voluntarios llegados de diferentes puntos del Estado, alguno de los cuales ha dedicado a ello sus días de vacaciones, y con una forense que ha viajado como voluntaria desde la ciudad portuguesa de Coímbra.
Desde ARMH, recordaron que estos días el Gobierno anunció la redacción una nueva Ley de la Memoria Histórica y, por eso, le reclamaron que se haga cargo de las exhumaciones no financiándolas con subvenciones, para que las hagan asociaciones si no abriendo oficinas que atiendan directamente a las familias que tienen todo el derecho a ser escuchadas por el Estado y a recibir la reparación a tanto daño sufrido, ya que tras el asesinato de sus seres queridos tuvieron que sobrevivir bajo cuarenta años de dictadura y otros 40 de abandono democrático.
La asociación reclamó que el Gobierno ponga en marcha una oficina que atienda a las familias, que las escuche, las acompañe y las repare, como hizo el ejecutivo de Felipe González en 1994 cuando puso en marcha una oficina para atender a las familias de los muertos de la División Azul.