El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, hicieron hoy un nuevo llamamiento a la responsabilidad individual para contener los casos de contagio por COVID-19 y advirtieron de que los profesionales sanitarios de la Comunidad están muy cansados, “al límite de sus fuerzas” y que sería catastrófico volver a la situación de los meses de marzo y abril.

En su comparecencia tras el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado hoy para analizar la evolución de la pandemia, ambos también denunciaron la agresión sufrida por un médico del centro de salud de Renedo (Valladolid) el pasado domingo, calificándola de “intolerable”.

Igea, que recordó que la Junta tiene un protocolo para hacer frente a estas agresiones, indicó que este médico y el personal que le acompañaba son las mismas personas a las que hace cuatro meses se aplaudía. “Son profesionales que llevan trabajando sin para meses y que se han enfrentado al momento más difícil que ha superado nuestro sistema de salud. Es intolerable la agresión, pero también lo es que se ponga en duda su profesionalidad y su entrega”, afirmó.

Además, indicó que las críticas por la gestión sanitaria se deben realizar a la Junta, pero nunca a unos profesionales que, “literalmente, se están dejado la vida, por atender a la población en una crisis desconocida en nuestra historia”.

Por su parte, Casado reclamó la ayuda de toda la sociedad a los sanitarios para frenar al coronavirus. “Si ustedes se ayudan a sí mismos, nos ayudarán a todos los demás. Nuestros profesionales están cansados, muchos de ellos no han podido tener unos días de vacaciones, y ahora no nos perdonarían que no hiciéramos todo lo posible para evitar las hospitalizaciones y los ingresos en UCI. Aplaudirles está muy bien, pero respetar su trabajo y adoptar todas las medidas recomendadas para evitar infecciones, es lo mejor que ahora nosotros podemos hacer por ellos”.

Además, Igea subrayó que en estos momentos restringir el contacto social no es una opción y si una obligación, a la vez advirtió de que en el caso de volver a la situación de los meses de marzo y abril, el daño sería mucho mayor, dado el personal sanitario “está al límite de sus fuerzas y no podemos pedirles más esfuerzos de los ya han realizado”.

A su vez, Casado volvió a apelar a la responsabilidad individual para combatir al COVID-19 y aseguró que si no “entendemos que tenemos un problema muy grave, un problema que mata y que nos pueden hundir como pueblo y como comunidad autónoma, no estamos entendiendo la situación actual”.

Con respecto a la agresión sufrida por el médico de guardia del centro de salud de Renedo (Valladolid), que fue atacado por dos hombres, uno de ellos portado una barra, por el retraso en la realización de una prueba PCR debido a la llegada al centro de una urgencia, Casado informó que la situación fue comunicada de inmediato a la Guardia Civil y se presentó la correspondiente denuncia.

En este sentido, la consejera destacó que además de causar importantes destrozos en las instalaciones, estas situaciones de violencia generan crisis de ansiedad en todo el personal sanitario. “No vamos a consentir que se repitan este tipo de situaciones”, aseguró la consejera, que también envió un mensaje de apoyo al centro de salud de Renedo y a todos los profesionales sanitarios de Junta, que en muchos casos se están dejando hasta su salud en el cuidado de toda la sociedad”.