El Abrigo de San Lázaro y el del Molino son una de las referencias más importantes en la arqueología reciente para estudiar la presencia y actividad en la península ibérica de las últimas comunidades neandertales antes de su extinción como especie.
El equipo de trabajo de esta investigación intenta conocer más información sobre los primeros habitantes, un equipo dirigido por David Álvarez, doctor en Prehistoria, María de Andrés, licenciada en Prehistoria y Andrés Díez, doctor en Ciencias Geológicas, habiendo iniciado las excavaciones en 2019.
En él se están documentando, puntas y piezas líticas correspondientes a las tipologías más características del periodo Musteriense, en el Paleolítico Medio. Su ocupación se ha fechado, mediante sistemas de datación absoluta, en torno a 40.000-43.000 años de antigüedad.
Proyecto «primeros pobladores segovianos»
El descubrimiento en el año 2012 del importante enclave prehistórico del Abrigo del Molino puso de manifiesto la existencia en el territorio de la ciudad de Segovia de ocupaciones neandertales con una antigüedad de 41.000 a 45.000 años. Las campañas de investigación llevadas a cabo desde 2013 han sido claves para definir las características singulares del yacimiento.
El yacimiento supone la primera evidencia de ocupación por parte de grupos neandertales entre el Duero y el Sistema Central. Del mismo modo, supuso retrasar las primeras evidencias del poblamiento humano en el entorno de lo que posteriormente sería la ciudad de Segovia, convirtiéndose en la primera ciudad.
Los trabajos llevados a cabo en el entorno del valle del Eresma han contribuido hasta la fecha a poner de manifiesto la existencia de una rica ocupación humana durante el Pleistoceno superior en el entorno de la ciudad de Segovia.
Los trabajos en la zona fueron visitada por el alcalde, el delegado de la Junta y distintos representantes institucionales.