Separados por una Sierra, y con 100 días de distanciamiento, más allá de los kilómetros. Hoy es el día, muchos volverán a casa, otros harán turismo. Familiares, empresarios, comercios, restaurantes, ciudad y municipios, muchos esperamos ya a aquellos que tenemos al otro lado de la montaña. De momento, sin complicaciones de tráfico, Segovia comienza a recibir a sus primeros visitantes, o segovianos en la distancia. La apertura de la movilidad entre provincias se traducirá hoy con la llegada, previsiblemente, de miles de personas que llegarán. Restaurantes, hoteles, ciudad y municipios esperan la llegada de turistas, también los comercios: nuestra economía los necesita.
Nuestra economía, además, los necesita. El Hotel Real ya ha anunciado su apertura mañana, otros restantes han iniciado ya su regreso y algunos, como Jose María, ha decidido hacerlo por San Juan.
Una de las localidades más volcadas hacia la llegada de madrileños es El Espinar en Segovia que llega a contar en la primera quincena de agosto con entre 25.000 y 27.000 vecinos, cuando en invierno no llegan a los 10.000. Su alcalde, Javier Figueredo, señala que este año se va a adelantar este pico de población, algo que ya está reflejando en los alquileres de los alojamientos y las viviendas, donde se “está notando mucho”. Este municipio segoviano, que linda con la Comunidad de Madrid, es lugar de segundas residencias y quiere convertirse en una gran alternativa para los que buscan una escapada cercana.
Volcado en este tipo de visitantes, el municipio cuenta con medio centenar de establecimientos dedicados a la hostelería, con bares y restaurantes, además de un buen número de hoteles y hostales, así como empresas de turismo activo con rutas por los pinares y el entorno natural, por lo que son muchas las personas que viven del turismo y los servicios que necesitan que se reactive la economía, haya movimiento y poder facturar.
Este deseo de recibir visitantes, apuntó el alcalde de El Espinar, tiene que ir de la mano de la prudencia y el cumplimiento estricto de las normas marcadas por las autoridades sanitarias en el uso de las mascarillas y el distanciamiento social, así como el control de los aforos en los establecimientos y terrazas para evitar cualquier tipo de rebrote del COVID-19.
De la misma opinión es el alcalde del Real Sitio de San Ildefonso, Samuel Alonso. Ambos municipios comparten que sus bellos parajes naturales son Reserva de la Bioesfera de la Unesco, y hacen frontera con Madrid. La responsabilidad individual para cumplir a rajatabla las normas sociales que trae la nueva normalidad serán claves para afrontar con éxito esta etapa, con “mucho sentido común”.
El alcalde del Real Sitio de San Ildefonso explicó que estarán encantados de recibir a todas las personas que les elijan como destino pero les reclamó, al igual que a sus propios vecinos, que sean conscientes de la responsabilidad de cada uno para evitar cualquier paso atrás en la buena situación sanitaria del municipio.