La consejera de Sanidad de la Junta Verónica Casado, explicó hoy que los padres deberán tomar la temperatura a sus hijos antes de acudir a clase y firmar una declaración responsables de que acuden al colegio sin síntomas.
Verónica Casado aclaró que el acuerdo alcanzado entre las autonomías y el Gobierno en el Consejo Interterritorial de hoy para el inicio del curso establece que a los alumnos se les tomará la temperatura antes de acudir al centro educativo, bien en el ámbito escolar o en sus casas, algo que se deja a la elección de las comunidades autónomas, y anunció que en Castilla y León se optará por que sean los padres los que asuman esta tarea.
Casado compareció para explicar los compromisos secundados de forma mayoritaria por las autonomías, con la consejera de Educación de la Junta, Rocío Lucas, quien aseguró que ya está todo preparado para que, el próximo 9 de septiembre, el curso escolar se inicie en la Comunidad con todas las mayores garantías posibles y cumpliendo el conjunto de medidas aprobadas hoy por el Consejo Interterritorial de Salud y que se adaptan a la “perfección” con los protocolos adoptados ya por la Dirección General de Salud Pública de la Junta el pasado mes de julio.
Lucas también destacó la importancia que tendrán los equipos COVID-colegios, medida anuncia ayer por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, dado que se trata de una herramienta con la que se pretende acelerar la realización de las PCR ante cualquier caso sospechoso y, al mismo tiempo, no sobrecargar de trabajo a la Atención Primaria.
En este sentido, explicó que serán equipos formados por personal de prevención de riesgos laborales de la Junta en colaboración con profesionales de Salud Pública, que acudirán al colegio o la vivienda del alumno en menos de 36 horas para realizar las pruebas PCR, análisis que serán elaborados por los laboratorios de las universidades públicas. Después, trabajarán de forma coordinada con la Consejería de Sanidad para elaborar los correspondientes rastreos.
Con carácter general y en el ámbito educativo el acuerdo establece el uso de mascarillas en las aulas y en el transporte a partir de los seis años (segundo curso de Primaria), grupos estables de convivencia en Infantil y primero de Primaria, distancia de seguridad de metro y medio, higiene de manos (lavados un mínimo de cinco veces al día, ya sea con jabón o con hidrogel), entradas escalonadas y medidas de limpieza y ventilación: ante la evidencia del impacto que los espacios cerrados tienen en la transmisión del virus, se insiste en las recomendaciones sobre ventilación, intensificando su duración y frecuencia y se recomienda la importancia de priorizar, cuando sea posible, las actividades al aire libre.
A su vez, se mantendrán los comedores escolares, no sólo en lo referido al cumplimiento de las medidas de distanciamiento interpersonal e higiene en sus instalaciones o espacios habilitados para tal fin, sino también como vía para asegurar el acceso a menús saludables para el alumnado.
A su vez, Lucas indicó que en el caso de los alumnos con necesidades educativas especiales y que presenten una situación de riesgo por enfermedad, está establecida una asistencia domiciliaria, aunque se ha solicitado al Gobierno una actuación coordinada para afrontarlo de forma conjunta todas las comunidades. Esta actuación coordinada y que se consultará a la Abogacía del Estado, también se aplicará en el caso de los padres que se nieguen a mandar a sus hijos al colegio.
La consejera de Educación también adelantó que a excepción de dos o tres institutos, el resto cuentan con espacios suficientes para no tener que establecer turnos por la tarde con el fin de cumplir el distanciamiento, aunque matizó que ahora se está estudiando de forma puntual estos casos.
Por otra parte, Casado explicó que el acuerdo alcanzado hoy se establece una guía que recoge todos los protocolos en caso de contagios. Así, ante la declaración de un caso positivo se considerará contacto estrecho cualquier alumno que haya compartido espacio con el paciente confirmado en un radio de 1,5 metro sin haber utilizado mascarilla; en el caso del alumnado de entre seis y once años, el uso de la mascarilla no se utilizará como criterio definitorio.
Las personas convivientes de casos confirmados y cualquier profesional del centro educativo, profesor u otro trabajador que haya compartido espacio sin mascarilla en un radio inferior a 1,5 metro durante más de quince minutos, serán, asimismo, considerados contactos estrechos a los que aplicar los protocolos epidemiológicos y acciones asistenciales previstas frente al COVID-19.
El estudio y seguimiento de los contactos estrechos tiene como objetivo realizar un diagnóstico temprano en aquellas personas que inicien sintomatología y evitar así la transmisión de la enfermedad en período asintomático o con escasa manifestación clínica.