El periodo navideño es emocionante para los más pequeños de la casa. Los deseos acumulados durante el año, así como los juguetes que han visto a sus amigos, en la televisión o en el colegio pueden llegar a ser suyos en el mes de diciembre. Sin embargo los juegos de mesa, las muñecas, las películas o las espadas se han visto reemplazadas por un claro protagonista a lo largo de los últimos años: las pantallas en todos sus formatos.

Un estudio elaborado por Multiópticas, «Screen Pollution: Las pantallas y los niños en Navidad», busca poner el foco en las tendencias de compra navideñas de los padres españoles en lo que se refiere a dispositivos con pantallas y las peticiones de los niños a este respecto.

Según los resultados de este estudio, en Castilla y León los menores pasan casi tres horas delante de una pantalla, superando la media española. Este lapso de tiempo que sus hijos invierten delante de este tipo de tecnología preocupa a un 91% de los padres castellanoleoneses, siendo la cuarta comunidad autónoma, por detrás de Castilla La Mancha, Cantabria y Asturias, que más consternada está sobre este tema.

La realidad es que el entorno digital en el que vivimos y en el que los niños se desarrollan incentiva a que las peticiones de los más pequeños estén cada vez más orientadas a asociar sus deseos con dispositivos con pantallas y que éstas comiencen cada vez a una edad más temprana. En el caso de los niños en Castilla y León empiezan a solicitar una pantalla por las fiestas navideñas antes de los 8 años, aunque sus padres consideran que la edad más adecuada para recibirlas serían casi los 11.

Asimismo, a nivel nacional, un 54% de los menores ya ha obtenido algún obsequio navideño con pantalla a los 6 años, un 61% a los 8 años, un 77% a los 10 y ya alcanzados los 12 un 93%.

El protagonismo de los dispositivos con pantalla en las listas de regalos navideños lleva aparejado que una parte del presupuesto destinado a estas festividades se reserve a su compra. Dado que, según aseguran los encuestados castellanoleoneses, un 51% comprará un dispositivo con pantalla a sus hijos como regalo de Navidad, la inversión en este caso ascenderá, de media, a los 94 euros.

Pero, ¿de dónde sacan, en concreto, los niños castellanoleoneses la idea de los regalos que luego piden en estas festividades? Pues, según sus padres, en primer lugar, de sus amigos (76%), del colegio (50%) y de lo que oyen y ven en la televisión (45%).

Padres consternados

La realidad de que los niños crecen y se desarrollan en un ambiente puramente digital y de que casi todos los aspectos de su vida están relacionados con las pantallas se hace aún más evidente en la época navideña, en la que, puestos a exponer todos sus mayores deseos, muchos eligen los dispositivos con pantallas como anhelado compañero de juegos. Este hecho ha acentuado la preocupación del 91% de los padres castellanoleoneses, siendo ésta la cuarta comunidad autónoma donde existe una mayor consternación, respecto al tiempo que pasan sus hijos delante de una pantalla.

En este sentido el 93% de los padres encuestados en Castilla y León se ha mostrado partidario de limitar de alguna manera el uso de los menores de los dispositivos con pantallas. Como forma de supervisión, de este porcentaje, un 91% lo limitaría haciendo que lo usen menos horas, un 82% que los usen para acceder a ciertos contenidos y un 67% cree que solo los deberían utilizar cuando ellos están presentes.

De las casi tres horas de media que los niños castellanoleoneses están delante de una pantalla, los padres encuestados consideran que debería reducirse a la mitad en los días laborables y no llegar a las tres horas los fines de semana, pasando a considerar otras alternativas de ocio relacionadas con estar jugando o al aire libre.

Asimismo, y siendo evidente que el uso de la tecnología por parte de sus hijos inquieta a los padres, un 81% de los padres castellanoleoneses ha admitido que les gustaría, ellos mismos, hacer un uso menos abusivo de los teléfonos móviles.

De este modo, este estudio busca visibilizar la relación que hemos entablado con las nuevas tecnologías y nuestra forma de consumirlas. «Fieles a nuestro compromiso con la salud ocular, desde Multiópticas queremos seguir impulsando la campaña de Screen Pollution porque tenemos plena conciencia de la responsabilidad que tenemos como compañía especializada en el cuidado de la salud visual», declara Carlos Crespo, Director General de Multiópticas. «Creemos que con los datos que revela este estudio podemos jugar un papel relevante a la hora de señalar una problemática, de incentivar la prevención y el uso responsable de las pantallas, sobre todo entre los más pequeños», concluye.

Problemas de visión

El nivel de luminosidad de las pantallas, la distancia a la que consumimos los contenidos audiovisuales o la ergonomía visual a la hora de estar frente a un dispositivo con pantalla son factores que pueden causar alteraciones oculares.

Nueve de cada diez padres en Castilla y León (91%) que ha participado en el estudio consideran que sus hijos podrían llegar a tener problemas de visión si siguen invirtiendo tanto tiempo con ellos y el 51% piensa que las últimas noticias sobre la necesidad de hacer un uso responsable de las pantallas pueden influir en la decisión de compra de los regalos navideños de sus hijos.

«El hecho de que, cada vez más, los menores trabajen más la vista estando expuestos a la influencia de las pantallas y pasen menos tiempo al aire libre está favoreciendo la aparición de afecciones oculares», apunta el Doctor Manuel Díaz Llopis, Catedrático de Oftalmología de la Universidad de Valencia. «Asimismo es fundamental concienciar a los padres de la importancia de las revisiones visuales, sobre todo, teniendo en cuenta de que hablamos de la salud visual de un niño, de incentivar las actividades al aire libre y de controlar los tiempos de exposición a la tecnología en su tiempo de ocio», afirma.

Estas recomendaciones van en línea con las creencias de los castellanoleoneses, de los cuales el 84% cree que los niños y los adultos deberían hacerse revisiones oftalmológicas por el uso que hacemos de la tecnología y de la creencia del 79% de los encuestados de que necesitaremos llevar gafas o lentillas con más frecuencia también por el aumento de nuestro consumo de la tecnología.