El Consejo de la Juventud de Castilla y León aseguró hoy que los jóvenes no son, en principio, un colectivo de riesgo sanitario aunque sí tiene el «mayor» riesgo social y económico. No en vano, tras recordar que los jóvenes no se han recuperado aún de la «profunda» recesión económica de 2008 precisaron que la nueva crisis, provocada por la pandemia del COVID-19, será «incluso peor». «La pandemia ha tenido consecuencias graves, pero en los próximos meses y años serán incluso peores, con los actuales niveles de temporalidad en el empleo joven y las personas acogidas a ERTEs que no volverán a sus puestos de trabajo», precisó.

Con motivo del Día Internacional de la Juventud, el órgano que representa a los jóvenes de la Comunidad ha firmado un manifiesto conjunto con consejos de otros territorios en el que reclama asegurar unas condiciones socioeconómicas «dignas», basadas en un empleo de calidad, donde la temporalidad y la parcialidad sean una «elección» y no una «obligación» para la juventud. «Necesitamos revertir la tendencia que hace que la mayoría de nuestros empleos se encuentren en los sectores de la hostelería y el comercio, donde predominan los contratos por obra y servicio, eliminar la figura de las prácticas extracurriculares y apostar por contratos formativos y en prácticas en su lugar», añade.

El Consejo autonómico de la Juventud lamenta el «peligro» que supone construir un estereotipo sobre la juventud y que los medios de comunicación participen con esa idea, ya sea de forma voluntaria o involuntarias. «En la crisis anterior ya vivimos políticas basadas en el tópico de que las personas jóvenes solo se dedican a beber en las calles y que, por tanto, las medidas debían ir encaminadas a evitar esto», recoge el documento.

Ocio juvenil

En este sentido, critica la «obsesión» por limitar el ocio juvenil, algo que contrasta con la ausencia total a la hora de regular medidas importantes para el empleo, la vivienda y la participación democrática, que ha supouesto acabar con una década con «elevadísimas» tasas de desempleo, precariedad y pobreza.

A su juicio, es tarea de toda la sociedad señalar el «auténtico» foco del problema. «Pedimos que no se nos deje fuera, alejémonos de visiones paternalistas, la juventud no es, en principio, un colectivo de riesgo sanitario, pero es el colectivo con mayor riesgo social y económico. Actuemos sobre la realidad y no sobre el tópico, para que dentro de diez años no nos encontramos con más paro, más precariedad y más pobreza», concluye.