La Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León demandó hoy la “urgente necesidad” de desarrollar una nueva línea de ayudas directas que permitan “dar liquidez a los empresarios” y que sirvan de “rampa de lanzamiento” para volver a desarrollar su actividad empresarial tras 16 meses de “sufrir infinidad de medidas restrictivas”. “Si no es así, finalizará la crisis sanitaria, pero comenzará una importante crisis económica”, advierten.
En un comunicado recogido por Ical, los hosteleros recalcan su “sorpresa” por las declaraciones realizadas ayer jueves por el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, tras la reunión del Consejo de gobierno, en las que señalaba la escasa repercusión que estaban teniendo la nueva línea de ayudas. “Esas ayudas son para hacer frente a los créditos ICO que fueron solicitados por empresarios que no tenían en ese momento liquidez, para hacer frente a los gastos que generaba el negocio. No son ayudas directas, que son las que estamos demandando. Estos meses han traído un desequilibrio económico al empresario de hostelería que ha tenido que recurrir a sus ahorros o acudir a la solicitud de créditos”, advierten.
Tras reconocer que con la relajación de las medidas anunciadas ayer una vez que Castilla y León pasa a nivel 1 desde hoy viernes “el panorama comienza a despejarse y se empieza a ver el futuro con optimismo”, aseguran que las restricciones que aún deben cumplir en los establecimientos de hostelería son “mínimas y escasas”, aunque consideran que “algunas de ellas ya no tienen sentido”, en alusión a la distancia de dos metros entre mesas de interior o de metro y medio en el exterior, cuando ya se puede consumir de pie o en las barras de interior, o que se limite el aforo a discotecas al 50 por ciento, permitiendo que el resto de los establecimientos puedan disponer de un 75 por ciento de su capacidad.
“Estas restricciones, de aforo y distancia, unida a la prohibición de fumar en terrazas, son las únicas que restan para lograr esa ansiada normalidad que buscamos en la hostelería, y que pensábamos, hace sólo unos meses, que nunca iba a llegar”, completan antes de subrayar que el “momento de optimismo que estamos viviendo no puede hacer olvidar las situaciones que la hostelería ha vivido desde marzo de 2020, con ahorros que han tenido que ser utilizados para hacer frente a unos pagos que seguían llegando pese a carecer de ingresos”. “Más del 20 por ciento de establecimientos que se han quedado por el camino, ayudas económicas directas que se prometían, pero no llegaban”, concluyen.