Un ‘batallón’ formado por 68 profesionales de enfermería de los servicios de Prevención de Riesgos Laborales y de Medicina Preventiva de los hospitales de Sacyl se encargan de la vacunación de los sanitarios de primera línea de sus centros, pero también de la sanidad privada. Además, a estos se unen los trabajadores de Emergencias Sanitarias, propios y ajenos -ambulancias-, y en una siguiente fase el 70 por ciento de la plantilla de los complejos hospitalarios públicos, pendientes de inmunizar frente al COVID-19.
En sus manos se deposita la vacunación de los profesionales del ámbito de la salud, para los que en principio se reserva la vacuna de Moderna y, una vez termine la campaña en las residencias de mayores, la de Pfizer-BioNTech. En concreto, desde Prevención de Riesgos Laborales se está vacunando a los sanitarios de primera línea de los hospitales públicos y desde Medicina Preventiva, al de los privados.
Sin embargo, el mayor reto está a punto de llegar a estos dos servicios. Un total de 34 profesionales de enfermería de Prevención de Riesgos Laborales se enfrentarán en esta primera fase a parte del tercer grupo diana -otro personal sanitario y sociosanitario-, de acuerdo a la última versión del 1 de febrero del Plan Operativo de Vacunación de Castilla y León, consultado por Ical.
De esta forma, siete de cada diez trabajadores de la plantilla de los hospitales tendrá que ser vacunado por el servicio de Prevención de Riesgos Laborales, que cuenta con 34 profesionales de enfermería para esta tarea. En el caso de los centros privados, que en una primera fase acudieron a los centros públicos, recibirán la visita de los equipos de vacunación, a los que tendrán que prestar colaboración. Lo mismo ocurrirá con el resto del personal sociosanitario, que será inmunizado desde Atención Primaria.
En el caso de profesionales que trabajen en clínicas pequeñas o de forma autónoma, como los dentistas, tendrán que acudir a un punto de administración de vacunas de referencia en cada provincia, que estaría situado en un centro de salud o en los servicios de Medicina Preventiva de los hospitales. Además en este grupo debe vacunarse a los estudiantes que pasen por instituciones sanitarias en sus prácticas o rotaciones.
No obstante, la Consejería de Sanidad indicó que en esta primera etapa la vacunación se centrará solamente en el personal que de manera específica realiza actividades que exigen contacto estrecho con personas que puedan estar infectadas por SARS-CoV-2, es decir, en función del riesgo de exposición y transmisión.
Equipos operativos
Los equipos operativos de vacunación en los hospitales se centran en los grupos dos -personal sanitario público y privado de primera línea y Emergencias Sanitarias- y tres -resto del personal sanitario y sociosaniario-. La planificación contempla dos profesionales de enfermería tanto en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales en los complejos asistenciales de Ávila, Palencia, Segovia, Soria y Zamora, así como en los hospitales Santiago Apóstol de Miranda de Ebro y Santos Reyes de Aranda de Duero, del Bierzo y de Medina del Campo.
Además, cuentan con tres profesionales seleccionados en Prevención de Riesgos Laborales y Medicina Preventiva en el Hospital Universitario de Burgos, el Complejo Asistencial Universitario de León, así como en el Clínico Universitario y el Río Hortega de Valladolid. La mayor dotación se encuentra en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, con cuatro trabajadores para vacunar en cada uno de los dos servicios.
Grandes dependientes
En cuanto a la vacunación de los grandes dependientes, Sanidad admite que este paso tiene una “gran complejidad por su gran heterogeneidad y dispersión”. En el caso de personas que estén en instituciones deberán de ir los equipos de vacunación a esos lugares, mientras que tendrán que ir a los domicilios de los que vivan en sus casas y no se puedan desplazar. Si pueden hacerlo, recibirán la vacuna en el centro de referencia, de forma que lo asumirán esta tarea los equipos de Atención Primaria junto con los de vacunación. Este grupo es el de “mayor complejidad” ya que para la Consejería su distribución es “muy heterogénea”.
Además, en el caso de personas consideradas como grandes dependientes Sanidad manifiesta que “sería conveniente” vacunar también a sus cuidadores. “El personal que atiende profesionalmente a estas personas con gran dependencia se podrá vacunar en la misma visita”, explica en su plan operativo la Junta, que sigue las directrices de la Estrategia de Vacunación COVID-19 en España.