Alrededor de un millar de empleados con que cuentan Caja Segovia y Caja Ávila pasaron hoy a depender de Bankia, según el acuerdo de las entidades que forman parte de la nueva creción tras la fusión de las cajas que fundaron el Banco Financiero y de Ahorros S.A, que opera ya con la marca Bankia.
El traspaso supone que se unificarán así las condiciones laborales de sus empleados, según indicaron fuentes sindicales del nuevo grupo creado por Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja.
Afecta a todos los empleados de las siete cajas salvo los relacionados con las actividades de obra social. El resto depende ya de Bankia, el grupo que preside Rodrigo Rato y que espera debutar en bolsa antes del verano. En total, el traspaso afecta a más de 21.000 empleados de todo el grupo bancario.
Además de la unificación se continúa con el plan de prejubilaciones que afectará al final del año a unas 70 personas en Segovia y a 126 en Ávila. La fórmula aprobada para este sistema de jubilaciones anticipadas, pactada por empresarios y sindicatos, permite a los trabajadores cobrar un 95 por ciento del sueldo fijo neto del último ejercicio. Este mecanismo permitirá a las cajas realizar un ahorro, que asumirá el Estado, pues durante los dos primeros años el empleado cobrará el paro, que la entidad completará hasta el porcentaje pactado.
Previamente, el grupo ha alcanzado el 70 por ciento de los objetivos de su plan de reducción de empleo, ya que de los 3.756 trabajadores que abandonarán el grupo, más de 2.600, principalmente con prejubilaciones, habían dejado sus puestos a finales de mayo.