Las últimas cifras del paro continúan siendo positivas y señalan una tendencia al alza en el empleo: el número de parados se ha reducido un 9% en el primer trimestre de este año en Castilla León, alcanzando los 154.900 según los datos de la EPA.

Aunque esto no son buenas noticias para todos. Los mayores de 55 años han sido el único grupo que ha visto aumentar sus desempleados, un 3,1% respecto al año pasado. Los convierte así en el grupo de población más vulnerable y con más dificultades para incorporarse al mercado laboral. Un grupo de edad donde 7 de cada 10 desempleados mayores de 55 años lleva más de un año en paro, frente al 50% general.

Un estudio presentado por la Fundación Adecco, después de haber entrevistado a 800 profesionales de Recursos Humanos, demuestra que existen prejuicios por parte de los reclutadores hacia este grupo de personas. De hecho, las estadísticas son tajantes: más de la mitad de los reclutadores en Castilla León (55%), admite descartar los currículos de los profesionales mayores de 55 años.

El estudio observa que los prejuicios que la mayoría de estos reclutadores tiene que ver con el desconocimiento o la falta de experiencias previas: un 65% opina que el profesional senior no encajará porque la mayoría de la plantilla es joven y un compañero mayor de 55 años puede “desentonar” en los equipos.

En segundo lugar, un 18% presupone que el profesional mayor exigirá un salario más elevado, debido a su experiencia, y que tendrá menos flexibilidad de horario, debido a las responsabilidades familiares, con lo que ni tan siquiera le tiene en cuenta en el proceso de selección.

Por último, un 17% cree que los profesionales senior tienen competencias obsoletas, particularmente en el plano digital, y ello les conduce directamente al descarte. 

Estos prejuicios se reflejan en la contratación: 7 de cada 10 reclutadores no ha seleccionado a un profesional mayor de 55 años, para incorporarlo a un equipo de trabajo, durante el último año.