El rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel,ha reconocido que la finalización de las obras de la segunda fase del Campus María Zambrano se retrasarán entre uno y dos meses. Según explicó, han surgido complicaciones por la aparición de grandes rocas de granito y para su destrucción no se pueden emplear voladoras, al estar los trabajos pegados a la propia universidad y bloques de viviendas.

No obstante, el rector confió en que se pueda recuperar el tiempo perdido y que el proyecto esté totalmente acabado en la primavera de 2018. La segunda fase del campus universitario cuenta con un presupuesto superior a los 9,6 millones de euros, aportados a un 70 % por la Junta, y un 30 %, la UVA.

“Las obras progresan con algún problema y retraso, debido al afloramiento de grandes masas de rocas de granito, que no estaban previstas y no se pueden hacer voladuras. Hay que ir con cuidado, para no interferir en la vida de la ciudad, el tráfico y la propia vida universitaria”. “No se pueden emplear sistemas agresivos por lo que es más lento, pero estamos en el buen camino para acabar hacia finales de la primavera del 2018 siempre que no se produzcan otras circunstancias que produzcan más retrasos”, aseguró el rector de la UVA.

El rector sostuvo que el único coste será “el tiempo” dado que este retraso no supondrá un aumento en el coste económico de las obras. Si se cumplen las previsiones, la segunda fase del campus María Zambrano estará a disposición de la universidad para el curso 2018-2019. Son alrededor de 5.000 metros cuadrados, para laboratorios, despachos para profesores, espacios para las distintas titulaciones y un salón de actos con 400 plazas.