Representantes de la Universidad de Valladolid, Caritas Diocesana de Segovia, SEO/BirdLife, el Ayuntamiento de Segovia y BBVA han presentado los resultados del proyecto ‘Gestión Sostenible de huertas históricas urbanas en Segovia, una apuesta por la recuperación de los cultivos tradicionales y la biodiversidad en el valle del Eresma’.

Primera producción ya recogida en la Huerta Grande, dentro del proyecto piloto de ‘Gestión socioecológica de huertas históricas urbanas en Segovia’, que ya está en pleno funcionamiento.

El objetivo es redescubrir y poner el valor el patrimonio natural de las huertas históricas en los valles segovianos del Eresma y el Clamores. La responsable del proyecto de la Universidad de Valladolid, Ana Teresa López, agradeció a la familia propietaria de la Huerta Grande por permitir a los segovianos disfrutar y disponer este espacio cargado valores naturales, por el que ya han pasado ciudadanos de varias edades algunas de las actividades y talleres, que se incrementarán a partir de septiembre.

En la huerta ya están “las cosas hechas y se puede visitar”. Ana Teresa López subrayó que todas las personas que han pasado por aquí se han mostrado “encantados”. La parte del proyecto dedicado a edu-entretenimiento arrancó este año curiosamente con alumnos de la Comunidad de Madrid, mientras que de Castilla y León no podían venir por las medidas por el COVID-19. El próximo curso, de lunes a viernes, vendrá de los colegios y los institutos y, durante los fines de semana, se mantendrán los talleres y actividades.

Además se mantendrá la implicación, en la vertiente de investigación, de los alumnos de Publicidad y Relaciones Públicas y Educación del campus ‘María Zambrano’ de la Universidad de Valladolid, que estos meses atrás solo han podido venir a “ratos sueltos” hasta la huerta. Ana Teresa López también avanzó que en el arranque del nuevo curso se hará una jornada de puertas abiertas.

El acto de presentación de las conclusiones de este proyecto se realizó este martes bajo una intensa lluvia en esta huerta situada en la Alameda del Parral, en el barrio de San Lorenzo. El director de Desarrollo Institucional de SEO/BirdLife, Ramón Martí, recordó que “esta lluvia es bienvenida para la huerta”.

Martí subrayó que se cierra el proyecto y se abre “una nueva etapa de gestión” ya que la recuperación de las huertas históricas de Segovia “tiene muchos componentes agrícola, socioeconómica y ambiental”, que es donde la Sociedad Española de Ornitología ha intervenido para mejorar la biodiversidad de este entorno, como la colocación de cajas nido.

“Estamos en una época difícil donde las alianzas son más necesarias que nunca y hemos creado un buen equipo entre el Ayuntamiento, Cáritas, la Universidad del Valladolid y con la financiación de BBVA para poner en marcha un proyecto piloto”, resumió Ramón Martí.

Orgullosos del trabajo bien hecho 

Una iniciativa que busca recuperar patrimonio, una alimentación sana, trabajo digno, cultura, tradición, ya que las huertas están intimamentes ligadas a la ciudad de Segovia y su entorno. Para Martí puede “significar un giro en la gestión de estos espacios de recuperación patrimonial y natural y dar la oportunidad al ciudadano de recuperar parte de su historia”, así como “la introducción de alimentos sanos, de kilómetro cero, la reducción de emisiones y la salud de los ciudadanos”.

Por su parte, la responsable de los cursos y talleres de huerto ecológica de Cáritas, Carmen Martín, explicó que con han aportado su experiencia en este campo y la información aportada por la responsable del proyecto en la Universidad de Valladolid, para hacer una huerta ecológica y sostenible con una gestión eficaz del suelo y del sistema de riego.

“Estamos en pleno momento de producción y muy contentos del resultado obtenido, con una huerta que está funcionando”, dijo Carmen Martín, por la que han pasado 30 personas que se encuentran en riesgo de exclusión social o con problemas de acceso al mercado laboral ordinario. Cáritas les ofrece un curso con asignaturas específicas y otras transversales como sostenibilidad o igualdad de género. Además se destacó la labor de los cuidadores Luis y Fanon, con “un increíble” sistema de riego.

Se han centrado en el cultivo tradicional de la zona: lechuga, tomate, col, judías verdes, pimiento, berenjena, calabacín, sandia y pepino, pero también grelos por ser julio el mes adecuado para su plantación. “Les hemos dejado innovar aunque no sea un tipo de cultivo de Segovia pero que también se comercializa”, sostuvo.

El primer corte de la Huerta Grande ya se ha recogido y entregado a la Residencia de Personas Mayores de Cáritas de El Sotillo, donde tienen su propia huerta ecológica. También se está pensando en comercializar y también en el autoabastecimiento familiar, que es una de las opciones que daba el proyecto.

El ingeniero de la Concejalía de Medio Ambiente, Felipe Arroyo, fue el encargado de acudir a este acto por el concejal Ángel Galindo, que finalmente no pudo asistir. El Ayuntamiento de Segovia lleva años volcado en el mantenimiento de la huertas, con “propuestas sencillas como la de San Millán, con los 54 huertos del ocio o los huertos de miel”. Para Arroyo será posible avanzar en la mejora y el establecimiento de huertas que mantengan el cultivo tradicional en los valles del Eresma y del Clamores.

Este proyecto fue premiado por el fondo BBVA Futuro Sostenible ISR en Castilla y León, en la resolución de la convocatoria de octubre de 2020, con 37.000 euros, según destacó el director del Centro de Banca de Clientes de BBVA en Segovia, Jerónimo Sánchez. El Fondo Futuro Sostenible de Inversión Socialmente Responsable tiene el compromiso de destinar el 25 por ciento anual de la comisión de gestión del fondo a proyectos solidarios.