Huellas de César en Hispania
Img/cedida por Arturo Gonzalo Aizpiri

Con Tras las huellas de César en Hispania, Arturo Gonzalo Aizpiri recorre los escenarios menos conocidos del paso de Julio César por la península y reivindica la importancia de su etapa hispana en la construcción del personaje. Su investigación, que combina historia, viaje y divulgación, lo ha llevado también a la provincia de Segovia, donde lugares como Canto-Los Hierros, Confloenta o el Museo de Segovia permiten asomarse a un pasado que aún guarda muchas claves por descubrir.

En esta entrevista para Segoviaudaz, Aizpiri comparte sus hallazgos, sus recomendaciones y la necesidad de valorar un patrimonio arqueológico que sigue sorprendiéndonos bajo nuestros propios pies.

Pregunta: Para la redacción de Tras las huellas de César en Hispania has visitado numerosas ciudades, yacimientos, pueblos y museos persiguiendo las Huellas de Julio César. ¿Qué lugares recomendarías visitar?

Respuesta: En la razón de ser de este libro está la documentación histórica, pero, desde luego, le doy mucha importancia a conocer los lugares sobre el terreno. Creo que se conocen mejor los acontecimientos históricos cuando puedes conocer de primera mano el espacio. Así, el libro, además de dar este contenido añadido, puede despertar en muchos lectores el deseo de ir a conocer lugares. Hay sitios que, sin duda, recomiendo a los lectores de Segoviaudaz para hacer una visita.

Por ejemplo, en Castilla y León están los grandes castros vetones, en las provincias de Ávila y Salamanca. Está, por ejemplo, el castro vetón Mesa de Miranda, o de Ulaca, o de Las Cogotas. Son lugares extraordinarios que merecen una visita. También en Castilla y León recomiendo la visita del yacimiento de Pintia, en Valladolid. Fue una antigua ciudad que se está recuperando en excavaciones arqueológicas y que tiene una necrópolis yo diría que única, la necrópolis de Las Ruedas.

Si nos queremos alejar de Castilla y León, visitaría el yacimiento de Torreparedones, en Córdoba, que fue una ciudad íbero-romana que quedó abandonada y que se está recuperando, situada en un cerro sobre la campiña cordobesa. Por último, el oppidum, la ciudad céltica de la tribu de los ártabros, muy cerca de La Coruña, que es el castro de Elviña. Fue un antiguo oppidum ártabro que quedó despoblado en el siglo I antes de Cristo y se cree que fue despoblado por una expedición de Julio César, que lo sometió y obligó a los ártabros a abandonarlo. Es también un lugar imponente, con una vista sobre La Coruña y el océnao que es extraordinario.

En Segovia está también en Duratón la antigua ciudad de Confloenta. Pero, aunque es una visita que merece la pena, no es tan espectacular porque es un yacimiento que tiene pendiente la excavación de una gran parte de su superficie.

El secreto que escondía la antigua ciudad romana de Confloenta

P: Están en ello, por lo menos.

R: Están en ello. Han salido ya a la luz unas termas. Ojalá la excavación pueda avanzar. Es una visita muy interesante porque, a parte del yacimiento arqueológico, tiene allí una iglesia románica absolutamente maravillosa, la de Nuestra Señora de la Asunción. Por el mismo precio en la excursión se puede conocer Duratón, la iglesia y el propio yacimiento de la ciudad de Confloenta.

Excavaciones en la ciudad romana de Confloenta Img/Nacho Valverde-Ical

Tras las huellas de César en Hispania: un viaje en forma de libro que también llega hasta Segovia

P: Ya que estamos situados en la provincia de Segovia, para la redacción de Tras las huellas de César en Hispania has ido hasta El Espinar a visitar el Cerro Canto-Los Hierros y, como bien has dicho, también has ido hasta Confloenta. ¿Qué nos cuentas de estos lugares?

R: Por un lado, en Canto-Los Hierros están los restos de una antigua fortaleza o antiguo oppidum vetón y los restos de dos campamentos romanos, que fueron campamentos de Julio César en su campaña contra los carpetanos, los vetones y los lusitanos en el año 61 antes de Cristo, cuando fue pretor o gobernador de la Hispania Ulterior. Son parajes naturales impresionantes, pero los restos arqueológicos son muy difíciles de localizar porque están dispersos por el monte.

Desde luego, Confloenta es un lugar que merece la pena visitar, como he dicho. Allí se reunió a la población de los castros celtíberos que fueron derrotados en las campañas del que era el entonces gobernador Tito Didio unos años antes de la llegada de Julio César, entre los años 98 y 94 antes de Cristo. Entonces, Confloenta es un resto arqueológico muy importante de esta época y muy recomendable para los segovianos.

P: ¿Qué otros lugares de Segovia con restos romanos conoces?

En Segovia está también la antigua ciudad de Cauca. Cuando Tito Didio conquistó esta parte del sur del Duero, cuando ya vio que iba a tener éxito su campaña, pidió que el Senado Romano enviase una comisión que le ayudase a organizar el territorio conquistado. Esta comisión llegó en el año 95 antes de Cristo y organizaron el territorio alrededor de tres ciudades. Una de ellas es Confloenta. Allí se reunió la población arévaca derrotada. Sobre todo, es una gran ciudad arévaca de aquella época Colenda, que se piensa que estaba ubicada donde está la actual Sepúlveda.

La segunda fue Cauca, que es la ciudad de Coca. Era una ciudad vaccea muy importante, muy populosa, pero de la que prácticamente no se conservan restos romanos actualmente. La tercera fue la propia ciudad de Segovia, el gran destino de arqueología romana de la provincia, empezando, como es lógico, por el Acueducto.

Segovia tuvo un carácter muy singular porque a veces se la consideró celíbera, a veces se la consideró vetona o vaccea… Seguramente fue una mezcla de las tres cosas. Quedan pocos restos de la ciudad prerromana en Segovia y donde mejor se pueden conocer es en el Museo de Segovia, que tiene unas salas muy interesantes y que, para los segovianos que no conozcan el museo, recomiendo.

P: Segovia, sí. Pero ¿has tenido ocasión de visitar Coca?

R: A Coca la he conocido, pero lo más visitado es el castillo. No hay una arqueología significativa de época romana o prerromana. No la he visitado durante la elaboración de este libro, pero sí he visitado la ciudad de Segovia y cuento cuáles son los principales elementos de interés, sobre todo en el Museo de Segovia, de esta época de la transición entre el mundo prerromano y el romano. Desde luego, recomiendo a los lectores visitar Segovia porque tiene un enorme interés arqueológico y por la ciudad medieval, el casco antiguo, que es una maravilla.

P: En Coca es cierto que no hay grandes restos arqueológicos de la antigua ciudad, pero hay un busto del último emperador del Gran Imperio Romano, Teodosio I, natural de allí.

R: Efectivamente. Es verdad que es de una época muy posterior a la época en la que yo me he enfocado, que es la transición entre el mundo prerromano y el romano. Yo me he enfocado principalmente en el siglo I antes de Cristo, y Teodosio I es una figura muy posterior.

último emperador romano nació en un pueblo
Busto de Teodosio I en Coca Img/Rodelar-Wikipedia

P: Bueno, pero, tal vez pueda ser algún personaje al que perseguir sus huellas.

R: Pues me parece una idea fantástica. Tomo buena nota de ella. Yo de hecho, lo que estoy intentando es, algunos personajes que fueron decisivos en el curso de la Antigüedad y que tuvieron una presencia muy importante en la Península Ibérica, en Hispania, dar a conocer mejor sus figuras, su influencia histórica y los lugares en los que habitaron y que marcaron su trayectoria. Teodosio podría ser una muy buena alternativa.

El último emperador romano nació en un pueblo de Segovia

Tenemos también a los emperadores Adriano y Trajano, también de origen hispánico, y algunas otras figuras. Yo empecé por Aníbal Barca. Nos estamos yendo a un momento anterior en la historia de la península, pero que es una figura que fue decisiva en el mundo antiguo y que también tuvo sus años decisivos de formación de hacerse con el poder del ejército cartaginés en la Península Ibérica, pues Hispania tuvo un papel enormemente relevante para él.

César no se entiende sin Hispania, Hispania no se entiende sin César

P: Tras tu visita a Segovia, ¿crees que la presencia de César en zonas como El Espinar está infraestimada o poco divulgada? ¿Cuál fue tu percepción al llegar a Segovia?

R: Yo creo que, en general, la presencia de Julio César en Hispania es muy desconocida y, desde luego, está infravalorada. Si hacemos una encuesta de cuántos españoles de hoy saben que Julio César pasó cuatro temporadas en Hispania y que estas cuatro temporadas fueron decisivas en su carrera, yo creo que muy poca gente lo sabe. Sin embargo, todo el mundo sabe que Julio César estuvo en la Galia y la guerra de la Galia es de conocimiento general en Francia y yo diría que también en España. Entonces, es paradójico que las campañas de Julio César en la Galia sean mucho más conocidas que la presencia de Julio César en Hispania.

Aquí estuvo como cuestor, que era el encargo de la administración de la justicia y de la administración de impuestos en la provincia; estuvo como gobernador, luego como general en las guerras civiles y, de hecho, la batalla que puso fin a la guerra civil entre César y Pompeyo y que significó el final de la República Romana, esa batalla, la batalla de Munda, tuvo lugar el 17 de marzo del año 45 antes de Cristo en Hispania. O sea que Hispania fue donde acabó la República Romana y donde Julio César derrotó definitivamente a sus adversarios y se convirtió en dictador poco después, reconocido como dictador perpetuo. A partir de ahí ya nunca más se recuperan las instituciones republicanas romanas. Todo eso ocurrió en Hispania y es muy poco conocido. Uno de los objetivos del libro es darlo a conocer.

Las huellas de César en la provincia de Segovia es verdad que son menos visitables que en otros lugares. Por ejemplo, Canto-Los Hierros es más bien un paseo de montaña, pero hay restos muy cercanos a la provincia de Segovia que tienen un interés enorme y que se pasan por alto de un modo que es difícil de entender. Pasando a la provincia de Ávila hay unos castros vetones que fueron obligados abandonarse en tiempos de César.

P: ¿De qué manera el conocimiento de la etapa Hispana de Julio César ayuda a comprender al personaje?

R: Creo que es imposible conocer a Julio César sin conocer sus etapas hispanas. Los momentos decisivos de su carrera los protagonizó en Hispania. Su primer cargo en el cursus honorum, la carrera del honor, fue de cuestor en Hispania. Cuando él tenía 30 años, en el año 69 antes de Cristo, fue elegido cuestor y el destino fue Hispania. En Hispania él conoció una sociedad íbero-romana muy sofisticada, muy potente económicamente, ya que desde la Hispania Ulterior se enviaba a Roma el aceite, el garum… Él empezó a hacer allí una red clientelar que le acompañó toda la vida. Por ejemplo, fue allí donde conoció a Lucio Cornelio Balbo, que fue su hombre de confianza toda la vida y que le hizo rodearse de un círculo de hispanos que constituyeron sus colaboradores más cercanos, empezando por el propio Balbo.

Su segundo gran mandato como gobernador, como propretor, fue de nuevo en Hispania, en el año 61 antes de Cristo. Fue en Hispania donde dirigió por primera vez un ejército contra los lusitanos, fue donde obtuvo por primera vez un triunfo militar, siendo vitoreado por sus soldados como imperator. Fue a raíz de su triunfo en Hispania que pudo ser elegido cónsul al año siguiente por primera vez. Cuando ya se declaró la guerra civil con Pompeyo, su primera gran victoria sobre los ejércitos pompeyanos fue en la batalla de Ilerda, Lérida, en el año 49 antes de Cristo, y su victoria definitiva, cinco años más tarde, fue en Munda, en una localización todavía desconocida, probablemente en la provincia de Córdoba, cerca de Montilla, en la que fue una de las más grandes batallas de la antigüedad.

Como ves, Hispania fue decisiva en la vida de César. Claramente, César no se entiende sin Hispania y yo diría que la Hispania romana no se entiende sin César.

P: Qué importante fue y qué poco conocimiento tenemos de ello.

R: A mí me gustaría que este libro sirviera para conocer mejor la dimensión hispana de César. Creo que estamos en un momento en el que César está atrayendo muchísima atención. Es objeto de libros, de ensayos, novelas… Creo que es muy buen momento de recordar la raíz hispana de César y de hacer que esta etapa sea mejor conocida. Y de paso, conseguiremos conocer lugares maravillosos de la España interior como la provincia de Segovia.

P: ¿Crees que ahora que la literatura de acontecimientos y personajes del mundo antiguo está en auge se presenta una oportunidad para poner en valor nuestras raíces antiguas?

R: Yo creo que estamos viviendo, quizá en los últimos 20 años, un auge extraordinario de la novela histórica en España. Yo escribí tres novelas sobre Aníbal y los Bárcidas , los cartagineses en Hispania. Un gran académico del mundo antiguo, Carlos García Gual, dijo que la novela histórica es un camino de simpatía hacia los antiguos. Yo estoy muy de acuerdo. Creo que la novela histórica, al margen del enorme debate sobre si debe estar fielmente ceñida a la Historia, es un magnífico camino de simpatía hacia los antiguos, y creo que tenemos que aprovecharlo para revitalizar el interés por el patrimonio arqueológico. Creo que cuando los ciudadanos muestran interés por el patrimonio arqueológico hacen que sus instituciones le dediquen un mayor interés y mayores recursos.

Yo en esta última etapa estoy intentando aprovechar esa ola de simpatía para poner el foco en un tipo de libro que tiene mucho de reportaje, de libro de viajes, de ensayo histórico y sobre todo del deseo de despertar en los lectores el interés por conocer en primera mano ese maravilloso legado arqueológico que tenemos.

P: De hecho, Tras las huellas de César en Hispania funciona como una especie de homenaje hacia la labor arqueológica.

R: Mi libro tiene claramente el propósito de homenajear, reivindicar, dar a conocer y mostrar gratitud hacia personas que están luchando por proteger y dar a conocer el patrimonio de un modo ejemplar. Hablo de guías que están enseñando los yacimientos a los visitantes, por ejemplo en el yacimiento de Las Cogotas, que creo que son personas que merecen un reconocimiento. Intento también destacar la labor de arqueólogos que están en oasiones haciendo un trabajo contra todo tipo de amenazas sobre el patrimonio. Por ejemplo, en el yacimiento de Pintia, en Valladolid, cerca de Peñafiel, los arqueólogos están tratando de poner coto al expolio que se sigue produciendo o a la destrucción del patrimonio por unas prácticas agrícolas que no respetan las medidas de cautela que ha establecido la legislación. Sin ninguna duda, quiero destacar con mi libro ese trabajo.

Yo agradezco mucho el trabajo de las instituciones e intento siempre ponerlo en positivo. Hoy tenemos por ejemplo el SEPRONA de la Guardia Civil, que yo he comprobado en primera mano que están sobre el terreno evitando el expolio y protegiendo el patrimonio. Respeto mucho el trabajo de las instituciones, pero muchas veces no es suficiente y muchas veces son los ciudadanos o arqueólogos los que nos dan el toque de atención sobre que en España el patrimonio arqueológico sigue estando muy desprotegido.

P: Tras las huellas de César en Hispania concluye con la siguiente frase: “El cometa de César sigue trazando caminos que estamos invitados a transitar”. Aunque hayas concluido el libro, ¿el cometa de Julio César te ha llevado o te llevará a nuevos lugares?

R: Yo creo que las huellas de Julio César las seguimos teniendo presentes todos los días a nuestro alrededor. Muy pocas personas de la antigüedad siguen tan presentes en nuestro día a día como César. Los nombres de los meses del año son del calendario juliano y el mes de julio se llama así porque en ese mes nació Julio César. Seguimos utilizando expresiones como «La mujer del César no solo debe ser honrada, sino también parecerlo», o que alguien ha cruzado el Rubicón o «alea iacta est«, “la suerte está echada” o «vini, vidi, vici«. Es un personaje que ha creado una huella increíble. En muchas lenguas el nombre del gobernante con poder absoluto es derivado de César, como la palabra káiser en alemán o zar en ruso. Por tanto, el cometa de César lo seguimos teniendo en el firmamento, porque su legado sigue muy presente.

Dicho esto, creo que César me ha abierto la puerta a otros personajes y espero que después de este trabajo vengan otros, pero todavía es un poco pronto para dar pistas.