Las empresas de Turismo Activo de la provincia de Segovia se sienten esta Semana Santa, temporada alta para ellos, igual que sus compañeros propietarios de alojamientos de turismo rural, hay “un cierre de facto” porque “han dejado tan al mínimo el sector que es imposible trabajar”, reflexionó Juan Pertejo, portavoz de este colectivo dentro de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia. Con los ratios de personas permitidas por actividad, las complicaciones y los cambios normativos apenas tienen trabajo para estos días.
Juan Pertejo señaló que si las autoridades cerraran el sector se vería obligadas de compensarles, de esta manera son ellos los que siguen con sus negocios y empresas abiertos en espera de que mejoren las condiciones o al menos se permitan unos aforos para organizarse con tiempo y programar un calendario en sus redes y por internet. Actualmente hay un ratio de grupos de cinco personas, lo que impide que se programen actividades “si no es poniendo dinero, no es rentable”.
Otro hándicap importante para el Turismo Activo de Segovia es que el 90 por ciento de sus clientes llegan desde la Comunidad de Madrid. “Apenas hay movimiento en turismo activo. A mí no me llama nadie, el 90 por ciento son clientes de Madrid y del otro ciez por ciento si te llama una pareja , por ejemplo, no puedes hacer nada”, detalló Juan Pertejo, poniendo como ejemplo su empresa de senderismo Abantos Senderos del Duratón.
El cierre perimetral de las comunidades, los aforos de cuatro personas más el guía, están condenado a muchas empresas de este sector, que optaron por seguir abiertas y no se pueden acoger a las ayudas por el cese de actividad.
“No hay coherencia”
Para Juan Pertejo, desde marzo de 2020, “no hay coherencia en los decretos” que se aprueban desde la Junta de Castilla y León, a la que define como “conservadora”. Para los profesionales del Turismo Activo no tiene sentido que ellos tengan restricciones de aforo tan elevados pero luego, una asociación de cualquier tipo pueda, por ejemplo, organizar una plantación de árboles y juntar a un centenar de personas.
Pertejo apeló a la profesionalidad de todo el sector, que tiene los medios, la información y los sistemas de limpieza para garantizar cualquier protocolo y medidas que se pongan y “tener seguridad”. Una incoherencia que también ve en tener aforos de cuatro personas no convivientes en los alojamientos de turismo rural o bajar a cinco los grupos para los guías oficiales de turismo, que van con “su micrófono y las mascarillas por la calle”.
En la provincia de Segovia, se pueden hacer en pleno contacto con la naturaleza, al aire libre, piragüismo; espeleología; rutas en bicicleta; rutas a caballo; en su temporada, con raquetas de nieve; senderismo; actividades de interpretación ambiental; actividades de orientación, … Empresas que esta Semana Santa, con los protocolos tan estrictos optaron por no trabajar.
Juan Pertejo señaló que, aunque no sería la solución a sus problemas pero reclaman volver a tener, como en algunos periodos del año pasado, grupos de nueve personas más el guía y saber que se mantiene esa situación durante unos meses, de forma que se pueda sacar una programación. Actualmente, no es posible, subrayó el portavoz del colectivo, porque “te lo cambian de un mes para otro”.
Sus expectativas están ya puestas en una mejora de la situación, que la cuarta ola del coronavirus de la que ya se habla, tenga una menor incidencia, sea menos dura, y a finales del mes de mayo el turismo activo pueda empezar a reactivarse. Juan Pertejo reclamó que se tengan en cuenta que son actividades al aire libre, que no son espacios cerrados, en los que actualmente se están permitiendo, como en restaurantes o museos, un tercio del aforo.
Escaso crecimiento
En la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia, hay 15 socios de esta parte dedicada al turismo activo, aunque el número global de empresas está por encima del medio centenar. Según Juan Pertejo, hay negocios que ya han cerrado. Un sector que, según su análisis, se “ha desarrollo poco” en los últimos años, en las últimas dos décadas. “No hemos crecido mucho por una serie de motivos y con el tema del COVID llevamos un año totalmente paralizados”, resumió, sólo se abrió una pequeña ventana de trabajo en julio y agosto.