Las bodas mantendrán el tradicional «vals» de los novios ante esta quinta ola del COVID-19, pero la Junta recomienda no organizar el baile habitual, tras el banquete para todos los invitados al evento. «No es buena idea», afirmó el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo autonómico, Francisco Igea.
En una comparecencia sobre la situación epidemiológica, junto a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, indicó que los novios, al ser «convivientes», pueden bailar el vals, pero añadió que los bailes de las bodas se saben como empieza y acaba, ante la necesidad -dijo- de mantener la distancia social y evitar los contactos sociales. «No es buena idea», reiteró.
En ese sentido, Igea ironizó con que el vicepresidente de la Junta comparezca para anunciar la prohibición del baile en las bodas. Aclaró que pueden celebrarse bodas, banquetes, pero aconsejó a la población que no haga lo que se hace habitualmente a las dos de la mañana, tras haber comido y bebido.
De esta forma, el portavoz de la Junta indicó que los novios pueden bailar con las novias, pero insistió en que se deben evitar las situaciones «de riesgo» y, como ejemplo, puso una en la que 200 invitados se pongan a bailar y saltar «sin más». Por ello, señaló que «lo más sensato» es que no haya el tradicional baile para todos, al tiempo que recordó que desde este martes están prohibidos en Castilla y León los cóctel y que las discotecas tienen que seguir las normas dictadas para estos establecimientos, ya que no puede consumirse de pie.