El próximo 16 de noviembre, un rebaño de ovejas merinas que durante este verano ha pastado las rastrojeras de los términos vallisoletanos de Carpio y Alaejos, se pondrá en movimiento para recorrer unos 200 Km de cañadas, cordeles y veredas de las provincias de Valladolid, Ávila y Segovia hasta Madrid, donde llegará tras unos 10 días de trashumancia.
Durante esta viaje, se conectarán las zonas cerealistas de Castilla y León, donde sobreviven especies amenazadas como avutardas, sisones, aguiluchos con los espacios protegidos de los Valles del Voltoya y del Guadarrama, así como el recién creado Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, refugio de águilas imperiales, buitres negros y poblaciones del lince ibérico.
Se trata de una iniciativa de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, recientemente galardonada con el premio a la Conservación de la Biodiversidad por la Fundación BBVA, para comunicar a través de las vías pecuarias los espacios protegidos de la Red Natura 2000 de toda España, evitando así su aislamiento y favoreciendo de forma natural los intercambios de plantas y animales.
La trashumancia es una práctica milenaria muy valiosa para la conservación del patrimonio natural, sociocultural y económico de la Península Ibérica. La Asociación lleva 17 años trabajando para que la trashumancia se siga realizando, contribuyendo así a conectar hábitats fragmentados y amenazados, y a defender el patrimonio natural y público que representa la red de vías pecuarias.
En la provincia de Segovia, el rebaño pasará por Etreros, Valdeprados, Marugán y San Rafael.