La pintora palentina Josefa Lozano expone “la belleza” de la provincia de Segovia, especialmente de la zona de la Sierra de Guadarrama y de los municipios de Valsaín y Martín Miguel, donde está asentada desde hace más de 40 años, en su nueva muestra ‘Apuesta por el sentir del paisaje’ que estará disponible para su visita en la Casa de la Lectura de Segovia hasta el próximo 1 de marzo.
Lozano, aunque no es artista de profesión, cuenta con 25 años de trayectoria de los que destaca su primer contacto con la pintura, en 1998, durante una exposición benéfica en el Hospital donde trabajaba. Durante esta experiencia, Josefa Lozano vendió un cuadro y, a partir de ahí todo comenzó: “Me emocioné y empecé a interesarme por la pintura”.
Además, destaca el aprendizaje en los centros culturales y en sus experiencias en la provincia de Segovia, como sus exposiciones en las localidades de Ayllón y Pedraza, así como su intervención en el homenaje a Jaime Gil de Biedma, “en el que había que exponer algo relacionado con su vida y opté por unas calas, que relacionaban su sensualidad como persona”, recuerda. También, hace especial referencia a sus viajes a Madrid, en los que aprovechaba para visitar exposiciones de los grandes de la pintura y “me formaba y aprendía con ellos”.
Sin embargo, su hito artístico “más especial”, fue la exposición que, en 2016, realizó junto a su hermano en la Diputación de Palencia, bajo el título ‘Piel y color’, compuesta por cerca de 130 piezas de calzado y diecinueve cuadros de pastel sobre papel. Un encuentro que lo recuerda como “una fusión entre el zapato de color y los colores de la naturaleza”.
‘Apuesta por el sentir del paisaje’
Tras un parón en su trayectoria artística, al que le siguió la pandemia, Josefa Lozano retomó la actividad artística con la exposición ‘Apuesta por el sentir del paisaje’. Del proceso de elaboración recuerda que en su inicio fue fácil, ya que después del confinamiento el poeta palentino, Julián Alonso, le envió el libro ‘Haikus de Covalagua’, inspirados en el norte palentino. Durante su lectura logró interpretar y conectar los textos con algunos de sus cuadros como el arroyo de Valsaín, y una alameda segoviana “pintada hace medio año”.
A partir de ese momento, la pintora se dio cuenta de que tenía guardado un álbum de fotos de sus visitas a la Sierra de Guadarrama en las que se contemplaba la nieve, la escarcha, la soledad y la lluvia y “me entretuve en ir encajando las fotografías a los diferentes textos”.
Tras estos primeros pasos, recuerda como a mitad del trabajo vivió “un momento difícil” en el que “me tocó parar para reflexionar sobre lo que estaba haciendo y comprender hacía donde quería ir”, además de saber si era útil o no el esfuerzo realizado hasta el momento. Entonces, llamó a dos compañeros artistas para pedir su opinión, que se resumió en que “los versos daban riqueza a las pinturas y me animaron a seguir”. Así, recuerda como al principio fue una idea fácil, pero al final se complicó porque “no encontraba paisajes y la soledad no me llegaba”.
Por ello, cuando lo acabó en 2023, después de tres años de trabajo, “fue un descanso”, ya que nunca había trabajado con texto, porque en un principio sus paisajes eran «libres” y seleccionados a partir de sus fotografías. Pero eso no es todo, ya que se unió la problemática de la falta de salas expositivas disponibles y, antes de terminar el proyecto, Lozano antes de terminar el proyecto empezó a pedir salas, pero se encontró con una larga lista de espera, hasta el día de hoy, en el que el resultado de estos tres años de trabajo se traduce en una muestra de medio centenar de cuadros, de los cuales, 45 están expuestos hasta el próximo 1 de marzo en la Casa de la Lectura de Segovia.
De los presentes, 24 se encuentran expuestos junto a los haikus en los que se puede entender el texto a partir de la pintura, y viceversa. Una experiencia con la que Lozano pretende acercar la naturaleza a la ciudadanía y considera que, con el verso, que cuenta con un carácter más literario y complementario “abre un espacio en las bibliotecas públicas”, donde poder exponerla. La zona de la Sierra de Guadarrama, plasmada en una gran parte de su obra, es “la zona en la que vivo”, además de otras ubicaciones “especiales” como Santander, de la que también se pueden apreciar pinturas o Mallorca y, dentro de la provincia de Segovia, Valsaín o Martín Miguel “donde veo cielos y agua”.
Próximos proyectos
Durante las dos semanas de estancia en la Casa de la Lectura, a través de una libreta, la artista declaraba tener “mensajes preciosos” que se traducen en una gran aceptación por parte del público segoviano, además de los visitantes que llegan desde otras partes de España y del mundo.
Por este motivo y, tras su paso por la Casa de la Lectura, Josefa Lozano, de forma inmediata en el mismo mes de marzo, se trasladará con su exposición ‘Apuesta por el sentir del paisaje’ a la Biblioteca Pública de Palencia, como próximo proyecto en su trayectoria artística. Además, pretende que los haikus “más especiales” que no va a vender, porque, según explica “salieron de una forma y en un determinado tiempo”, se mantengan expuestos en diferentes bibliotecas públicas y darlos a conocer por toda Castilla y León, “para que gente de todas las clases pueda verlo y leerlo”.