Con motivo del Día Mundial del reciclaje que se celebra el próximo 17 de mayo, Augabosque lanza una campaña para animar a todas las personas a que realicen pequeñas acciones para reducir los plásticos de un solo uso, reutilizar y reciclar sus residuos.
Se trata de aprovechar el confinamiento para implementar hábitos que pueden conseguir un cambio importante para la conservación del planeta.
Este proyecto nace de la inquietud de una Segoviana, Celia García, para concienciar a las personas de la necesidad de ayudar al medio ambiente.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Reciclaje el próximo 17 de mayo, Aguabosque, un proyecto con raíces segovianas que un busca inspirar a las personas a vivir de manera responsable, pone el foco en los envases de plástico de un solo uso, porque son fácilmente evitables, y propone 5 alternativas sencillas a los consumidores para reducir sus residuos y combatir la basuraleza.
Una opción es cambiar la bolsa de plástico por una bolsa de tela, una mochila, carrito o cesta para ir a comprar.
Igualmente, también podemos evitar los productos plastificados o en mallas y comprar a granel. Llevar tus propias bolsas de tela o envases de otros materiales para ir a comprar, o buscar envases biodegradables, como las hueveras de cartón.
En tercer lugar, Aguabosque propone buscar las alternativas a las vajillas de plástico; existen vasos, cubiertos, platos y pajitas de materiales biodegradables o incluso metálicos que podemos reutilizar. También las botellas de plástico pueden sustituirse por las de acero o cristal.
Otro producto prescindible es el papel film cuando lo usamos para envolver restos de comida. Puedes usar fiambreras o tapas de silicona. También existen bolsas de silicona perfectas para guardar y transportar comida, conservarla o congelarla, e incluso ir a comprar productos frescos.
En cuanto a la higiene, busca los bastoncillos de los oídos de cartón y algodón y usa jabón y champú sólido.
Según detalla en su web Greenpeace, una bolsa de plástico tarda 55 años en degradarse, y una botella más de 500. Este tiempo varía según el grosor y las condiciones en que se encuentre, así la fundación Aquae explica que la bolsa puede tardar hasta 150 años en degradarse, una botella de PET 1.000 años y una envase de cristal, 4.000. Con estos pequeños cambios en nuestros hábitos de consumo, podemos reducir la generación de residuos no orgánicos, pero además debemos asegurarnos de que se reciclen correctamente para combatir la basuraleza y ayudar al medio ambiente.
‘Tenemos que reflexionar sobre la herencia que estamos dejando a las generaciones futuras, con mares llenos de plásticos y campos invadidos de residuos que tardarán años, sino siglos, en descomponerse’ apunta Celia García, cofundadora de Aguabosque, ‘Y más, si lo podemos hacer de forma sencilla. Muchas veces no es que no queramos, es que no sabemos por dónde empezar’.
‘Nuestros nietos podrían toparse con aquella bolsa que se nos voló y no recogimos. Sus tatataranietos, podrían ver durante un paseo la botella de agua que ‘olvidamos’ recoger hace unos días. ¿Qué herencia queremos dejarles?. Es responsabilidad nuestra reducir su consumo y reciclar correctamente. Así evitaremos que acaben alimentando la basuraleza’ concluye Celia. En sus redes, Aguabosque ya ha comenzado a publicar vídeos para compartir las alternativas al plástico y para concienciar de la necesidad de reciclar.
Sobre Aguabosque
Aguabosque nace de la inquietud de una Segoviana, Celia García, para divulgar el proyecto piloto que se está llevando en un cortijo granadino en Lanjarón. Ella y su pareja, David Glinka, están desarrollando un bosque de secano sostenible, que se nutre gracias a la ‘plantación’ de agua.
La finca entera está plagada de pequeños agujeros, rellenos con piedras, que imitan una esponja de baño, y donde el agua de lluvia permanece mientras se filtra lentamente en el suelo, alimentando los árboles circundantes. También han conectado a depósitos todos los tejados. Solo del tejado de la casita de paja, de 25m2, recogen hasta 10.000 litros de agua de lluvia al año.
La magia de estos sistemas es que son sencillos, fáciles de implementar y asequibles a todo el mundo.
Su voluntad de conseguir un planeta más verde va más allá de implementar los sistemas de plantación de agua y de bosques comestibles de secano. Desde Aguabosque quieren concienciar a toda la población de la necesidad de actuar por un planeta más sano, y por ello lanzan campañas con consejos que todos los ciudadanos pueden seguir para ahorrar agua y energía, para reducir nuestros residuos y para reciclarlos correctamente.
Desde la ciudad, sus Cofundadores Alba García, Pau Llambies y Lidia Ladera también tratan de promover la vida sostenible difundiendo ejemplos de pequeñas acciones que todos podemos hacer para ayudar al medio ambiente. El equipo también lo integra Veronica Sequeira, copywriter profesional e Indale de la Fuente, experto en captación de tráfico con campañas publicitarias. De esta forma, todo el material audiovisual que se produce tiene el apoyo y la difusión de auténticos profesionales en las distintas áreas del marketing digital y la comunicación.