En los años 50, Nicomedes García, uno de los grandes emprendedores segovianos, puso su nombre a un vermú de su propia cosecha, que durante mucho tiempo ocupó un lugar especial en las estanterías de los bares y restaurantes de la región. ¿Quién no se acuerda de tan mítica botella?

Ahora la imagen ha cambiado, pero la esencia segoviana de este vermú permanece inalterada de la mano de Héctor y Daniel San Juan. Los hermanos, sumiller y barista de café, han realizado una atrevida apuesta relanzando al mercado esta marca con el objetivo no sólo de hacerse un hueco en el mercado, sino también de mantener el alma de la ciudad en una bebida que muchas generaciones de segovianos aún tienen en la memoria.

La receta cambia con respecto a la original “porque los tiempos han cambiado y el consumidor quiere otras experiencias” pero mantiene su personalidad. Elaborado de manera artesanal con el mejor vino de uva verdejo de Segovia y la combinación de más de 20 hierbas alpinas y mediterráneas cosechadas manualmente el resultado deja un vermú fresco y juvenil.

En la primera remesa del vermú Garciani se han elaborado más de 6.500 litros en los que se ha empleado más de 7 toneladas de uva Verdejo de Segovia. “Vamos a garantizar los máximos estándares de calidad, por lo que solo lo elaboraremos con productos de calidad como la verdejo segoviana”, apunta Daniel San Juan.

 

Rompiendo moldes

La calidad en la elaboración del vermú se acompaña con una moderna y rompedora imagen que se ha desarrollado a propósito para el renacimiento de la marca.  Los hermanos San Juan encargaron a la segoviana también Audacia Comunicación, el diseño de una botella de color negro, opaca, que garantiza la protección del vermú y a la vez dotarle de un toque de elegancia y minimalismo pero sin dejar de lado la cercanía que los propietarios quieren tener hacia el público.

“Se trata de un vermú para todo tipo de públicos, los que quieren volver a disfrutar de un vermú premiun como los que optan por esta bebida tan de moda como alternativa al vino o la cerveza”, asegura Daniel San Juan. Por este motivo, una campaña desarrollada a través de sus redes sociales (Facebook e Instagram) apela a “gente sin etiquetas con la personalidad suficiente para maridar tradición con modernidad” porque, como coinciden ambos hermanos “se trata de disfrutar brindando rodeado de quién tú elijas”. Una idea que sigue su línea argumental en la web www.garciani.es donde se puede encontrar la historia de la propia marca entre otros datos curiosos, además de permitir su compra online y el acceso a otras ofertas.

Después de pasar el filtro de distintos expertos, el público puede degustar el fruto de dos años de duro trabajo. Por el momento, la primera oleada de unas 8.000 botellas estará destinada a bares y restaurantes, pero para los hermanos, la apuesta “va más allá de lo empresarial” porque también significa recuperar “un símbolo de Segovia que durante años abanderó nuestra hostelería y que hemos querido devolver siempre desde el respeto a la marca”.

 

Sabor a éxito

La exquisita fórmula de Garciani busca una combinación que equilibra la vinificación de la verdejo con las hierbas aromatizantes y las amargantes para cuidar al detalle, tanto la parte olfativa como gustativa.

Macerado en frío durante más de dos meses en barricas de roble, destaca por el brillante y limpio aspecto del color caoba con reflejos de tono miel. En nariz, su intensidad alta muestra notas de frutos secos, nuez, avellanas, cítricos, fresas o higos ensamblados en armonía con tonos balsámicos, manteniendo la tipicidad el aroma del vino verdejo de Segovia.

Una explosión de sabor con un paso por boca fresco, elegante y con un recorrido muy amplio que destaca por la frescura y acidez de la uva y que termina con un exquisito golpe balsámico. Ahora solo queda brindar. ¡Buen provecho!