La obesidad es una enfermedad reconocida a nivel mundial, considerada como el exceso de grasa corporal que influye en las funciones del organismo y, además, puede provocar problemas cardiovasculares, de tensión arterial, diabetes, cáncer, hipertensión y problemas relacionados con el hígado y páncreas. Por ello, es considerada “una enfermedad que hay que tratar y a la que hay que dar la importancia que tiene”, tanto en la consulta de nutrición, como en la salud pública “interviniendo con profesionales de calidad” y, en algunos casos, también con el apoyo de psicólogos “por el tema de la imagen corporal”, ya que algunas de las consecuencias secundarias generadas por esta enfermedad pueden ser la bajada de autoestima o la autolimitación.
La también directora del centro Saborea Tu Salud, Sandra Gómez, explica que tras la revisión del informe del Instituto de Salud de Carlos III y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición se han visto que hay factores que influyen en el desarrollo de la obesidad. Entre ellos, destaca la importante presencia de los hábitos alimentarios, es decir, como comen las personas y los grupos de alimentos que más se priorizan, donde se vio que se dejaban de lado las frutas y verduras “que tenían que ser los motores principales de la alimentación”. También el uso de la tecnología en los niños, juega un papel importante ya que se encuentran “expuestos a anuncios de alimentos procesados”, de peor valor nutricional.
Además, señala que en la situación de obesidad en la que se puede encontrar en la persona, influye la baja actividad física, la disponibilidad de los alimentos, “donde se vio que la obesidad era más alta en poblaciones en las que había un menor número de habitantes” y menos recursos para alcanzar alimentos frescos y, por tanto, “se recurre a alimentos más contundentes como puede ser el cereal”.
Obesidad en la provincia de Segovia
Estos factores que afectan a la sociedad a nivel global, también se dan en la provincia de Segovia, donde el perfil más afectado por esta enfermedad, en materia socioeconómica, se ha comprobado que suele ser el de una persona con un nivel económico inferior, “es mucho más barato comprar doce magdalenas que doce manzanas”, declara Gómez. En los datos del informe señalado, a nivel provincial, se comprobó que la mayoría del sobrepeso y la obesidad estaba centrado más en hombres que en mujeres, algo que puede tener que ver con que “las mujeres solemos estar más marcadas por la imagen corporal”, por lo que “intentamos cuidarnos más”.
Así, se comprobó que el 36,2 por ciento de la población segoviana tiene sobrepeso, de los cuales, el 43 por ciento son hombres y el 29,5 son mujeres. Por su parte, en cuanto a los parámetros de obesidad, mayores que los de sobrepreso y más alejados del normopeso, calculado en función de la altura y el peso de cada individuo, se encuentran en un 17,2 por ciento en la población adulta, de los cuales el 17,8 por ciento son hombres y el 16,6 son mujeres. En cuanto a la población infantil, el 18,9 por ciento de los niños y niñas de entre 6 y 9 años tiene sobrepeso y un 7,3 por ciento tiene diagnosticada obesidad, de los cuales el 10,6 por ciento son niños y el 3,3 corresponde a las niñas.
En comparación con las demás provincias, el estudio refleja que esta tendencia no solo está presente en Segovia, sino que en el resto de Comunidad y, también, a nivel nacional, “algo problemático”, ya que el peso es un indicador más de la salud, “un indicador que se relaciona con enfermedades cardiovasculares”, por lo que se consideran datos “que no tenemos que dejar pasar”, porque tarde o temprano “pueden derivar en enfermedades crónicas”, tal y como explicaba la nutricionista Sandra Gómez.
Tratamiento de la enfermedad
Para tratar el sobrepeso y la obesidad, la presencia de un nutricionista es prioritaria, ya que según afirma Gómez, “este profesional lo que hace es saber cuales son los hábitos de la persona afectada y marcar los cambios que ve factibles hacer”. Así, expone que no es cuestión de pesar, prohibir alimentos y dictar un menú de comida semanal, sino que la principal labor del nutricionista es “enseñar a la persona a cambiar sus hábitos y acercarle a una alimentación más saludable”.
En este sentido, también es importante que entren en juego otros profesionales y se dé al paciente “un trato multidisciplinar”, como el psicólogo “que ayuda en el caso de tener un problema con la imagen corporal o si ha sufrido algún comentario por su físico y enseñar a sobrellevarlo”. Además, puede intervenir el podólogo “con el estudio de la pisada” o el fisioterapeuta “si hay alguna lesión debido al exceso de peso” e, incluso, el médico “para revisar las analíticas y pautar la toma de medicamentos”.
Por ello, se entiende que el primer paso para poner solución a la enfermedad es que el paciente sea consciente de que la padece y pida la consulta, en la que ver que otros profesionales necesita. Así, en cuanto a nutrición, este primer encuentro sirve para saber los hábitos del paciente, si comen deprisa, llegan con hambre a las comidas, si dejan algún alimento de lado “y se marcan cambios que vean factibles hacer hasta conseguir dominar la alimentación sin pensamientos de culpa”.
En este sentido, lo más importante, según expone la nutricionista Sandra Gómez, es tener una alimentación flexible y priorizar los alimentos de calidad, sin etiqueta y frescos, como las frutas, legumbres, pescados, carnes y huevos, “principales alimentos que tienen que estar presentes en un 80 por ciento en nuestra alimentación”.
Prevenir la obesidad
Como profesional de la nutrición y la dietética, Sandra Gómez considera que un consejo básico para prevenir la obesidad y el sobrepeso es aprender desde una edad temprana a ser flexible con la alimentación “ver dentro de mi alimentación buenos hábitos para evitar las enfermedades”, viendo que no hay ningún alimento prohibido y manteniendo una alimentación variada.
Asimismo, confirma que la alimentación y el deporte son pilares claves para conseguir este objetivo ya que el deporte “mejora nuestro metabolismo y atrae buenas sensaciones para liberar las hormonas”. Por ello, lo más importante, según anuncia la profesional, es que la relación entre la alimentación y el deporte “sea saludable” y ser dos componentes de los que la persona disfrute “y tener un estímulo diario para estar mejor”.
Día Mundial contra la Obesidad
Con motivo de la creciente tendencia a nivel nacional y mundial de la presencia de la obesidad y el sobrepeso en la sociedad, nace la importancia de que exista un día reservado en el calendario para exponer esta realidad y llevar a cabo acciones para prevenir esta enfermedad y transmitir las importantes consecuencias que tiene. Por ello, Gómez asegura que “es importante que nos concienciemos de que la obesidad tiene graves consecuencias, que cada persona tenemos en nuestra mano cambiar”, siendo cuestión de “ver que cosas fallan en mi alimentación y cómo las puedo mejorar”.
Y, aunque “cambiar esta tendencia va a costar”, la nutricionista confía en que, una vez instaurados los hábitos saludables y mantenidos en el tiempo, se podrá salir de la enfermedad, ya que “cuando mejora el peso, mejoran las analíticas y me voy alejando de las enfermedades que se relacionan con el exceso de peso”. Todo ello sumado a la necesidad de poner la figura del nutricionista en el servicio de salud pública y la puesta en marcha de iniciativas relacionadas con la educación alimentaria de calidad en los centros educativos y en las familias, donde “hay que transmitir buenos consejos desde edades tempranas”.