Con el inicio del nuevo curso académico, un año más las aulas de los centros escolares y universitarios recibirán la llegada de nuevos alumnos dispuestos, cada uno de ellos, a emprender una nueva etapa en su formación.

De manera asociada al inicio de cada nuevo curso, algunos de los alumnos veteranos de determinadas facultades, tienen la costumbre de recibir a los nuevos universitarios con la práctica de una serie de ritos, bromas o burlas, que, en ocasiones, pueden ocasionar un grave menoscabo a la integridad física, moral, o afectar a la integridad y libertad sexual de quien las padece.

No es Segovia una ciudad en la que estas conductas hayan ocasionado incidentes especialmente graves, pero no por ello, desde la Comisaría Provincial de Segovia se quiere dejar de trasladar a los estudiantes en particular y a la comunidad universitaria en general, que la práctica de las novatadas pueden dar lugar a la comisión de ilícitos penales, cuyas consecuencias jurídicas pueden ser graves.

El Código Penal, prevé penas de prisión para conductas que pueden ser tipificadas como coacciones y amenazas, para aquellas acciones que menoscaban en otros, de forma no legítima, su capacidad de obrar libremente. Igualmente estas novatadas, en lo que tienen de menosprecio, pueden suponer ataques a la dignidad, a la intimidad y al honor de las personas. También estos actos vejatorios pueden generar delitos contra la integridad física y salud (lesiones) y, en casos, no poco frecuentes, delitos contra la libertad sexual.

Un aspecto a valorar es que muchas de estas actividades iniciáticas se producen asociadas al consumo del alcohol y/o sustancias estupefacientes, lo que lleva la víctima o al autor de la novatada a no controlar el alcance final de los hechos que protagoniza, encontrándose con consecuencias finales que no eran las esperadas. En cualquier interacción humana, por muy festiva que sea, solamente son actos consentidos aquellos en los que el consentimiento es absolutamente libre y expreso. No hay libertad si hay coacción de cualquier tipo o si se está bajo la influencia de sustancias tóxicas.

Y a lo dicho se añade un factor, como es la omnipresencia de los dispositivos móviles y de las redes sociales. Todo lo que nos acontece puede quedar registrado y, sin que podamos controlarlo, permanecer por tiempo indefinido al alcance de cualquier persona. No protagonicemos situaciones cuyas consecuencias no podamos prever

Por todo ello la Policía Nacional anima a no participar en ningún acto que pueda suponer la vejación o el menoscabo de la integridad o la libertad de otros, por muy festivo que nos pueda parecer. Y conmina, a aquellos que se sientan víctimas de este tipo de hechos, a denunciar los mismos ante las autoridades correspondientes. Para ello desde las unidades de Seguridad Ciudadana y de Policía Judicial de Comisaría se prestará un especial seguimiento a estas actuaciones, en coordinación con la Policía Local de Segovia en las materias que le competen a este Cuerpo, y con los órganos de dirección de los centros universitarios, que también disponen de herramientas para sancionar este tipo de conductas.

Los entornos universitarios tienen que ser lugares de referencia donde esté claramente presente el respeto hacia la persona, a su libertad, dignidad e igualdad.