Siempre se ha dicho que Ramsés Gil es un entrenador con fortuna. Al saber lo llaman suerte, que decían nuestros mayores. Este domingo en Getafe todo apuntaba que a Gil le había dado un `ataque de entrenador´ sacando del once a jugadores tan importantes como Rubén o Llorente, muy destacados hasta el momento. De hecho, durante todo el primer tiempo y buena parte del segundo dio la impresión de que mejor hubiera sido no tocar lo que funciona. Al final, un punto (1-1), que genera un sabor de boca extraordinario por lo visto en el terreno de juego y que plantea la duda de lo que hubiera pasado si el equipo no hubiera sufrido las variantes. Seguro que dotar de minutos a los que se van incorporando a la rotación compensa el mal trago de hoy, que en cualquier caso se ha solventado sumando fuera, que nunca es malo.
Carmona y Segovia fueron los mejores de los segovianos en el sintético del Getafe B, el primero porque los mantuvo en el partido y sus intervenciones salvaron a la Gimnástica de una goleada. Y el segundo porque hizo aquello para lo que se le fichó: rematar. Tres impactos en el área, un gol. Nada más hizo la Gimnástica en tierras madrileñas en ataque.
Innovó Ramsés Gil en la alineación más allá de la baja por lesión de Abel. Entró David López en su lugar en el eje de la zaga acompañando a Javi Marcos y Arévalo en el lateral zurdo en lugar de Rubén. Por la derecha de la zaga repitió Silva. También hubo cambios en el centro del campo. Manu, Juan de la Mata ocuparon la medular, con Astray, Plomer y Borrego como terna más volcada en ataque apoyando a Segovia, estilete del equipo. Astray tiene pinta de ser el auténtico comodín de Ramsés. Ya ha jugado de medio centro, volante, punta y central, en cuatro partidos. La temporada pasada llegó a jugar de lateral. Que se pruebe los guantes por si acaso.
De primeras, mal
Puede decirse sin miedo a equivocarse que el ´invento´ de Ramsés no funcionó de inicio. El Getafe B fue mejor en el arranque: más intenso, más vertical y, sobre todo, más cómodo en su plan de partido. Si lo que quería Ramsés era incomodar al equipo azulón, no lo consiguió.
Salvo una primera incursión de Arévalo en ataque para los segovianos que alteró a la zaga local, los siguientes minutos fueron una sucesión de ataques del equipo madrileño, cada vez mas peligrosos y que acabaron con el gol de Rafa, que aprovechó un rechace de Carmona a un remate contra su propia portería de Manu. El cancerbero gimnástico ya había hecho antes dos paradas de verdadero mérito.
La Segoviana no lograba hilvanar jugadas no ya con peligro, sino con un mínimo de criterio ofensivo. Tardó el equipo de Ramsés Gil 27 minutos en asomarse con atrevimiento al corazón del área azulona con un envío desde la derecha de Silva que remató desviado Segovia. Primer aviso.
La Sego mejor, poco a poco
El partido terminó igualándose por inercia más que por méritos de los segovianos. El Getafe B empezó a contemporizar y aprovechaba las imprecisiones de la Segoviana para lanzar peligrosas transiciones que alteraban los biorritmos de un pausado Carmona, que solventó un mano a mano con Diego López, que tuvo demasiado tiempo para pensar lo que hacer. El guardameta de los gimnásticos mantuvo a los suyos en el partido. No es la primera vez, ni será la última.
Y como el fútbol es así y cuando se perdona se suele pagar, la Segoviana castigó al Getafe B. Segovia probó primero al guardameta local con un remate de cabeza picado y con evidente peligro después de un gran servicio de Plomer que exigió a Josele. Segundo aviso. E instantes después, justo antes de que el asistente mostrara el tiempo de prolongación, un envío de Silva al corazón del área lo cazó Segovia para hacer el empate. A la tercera, a la jaula. La banda izquierda de la defensa madrileña era el agujero por el que hacer daño.
En la segunda parte, el Getafe B aprieta
En el arranque de la segunda parte fue de nuevo el Getafe B el que salió más vertical y Carmona siguió mostrando eficiencia bajo palos ante envíos laterales con peligro o directamente ante disparos que buscaban el gol. Así pudo llegar el tanto azulón con una cabalgada de Diego López que encaró algo escorado a Carmona, y cuyo disparo salió pegado al poste de la portería gimnástica.
En el minuto 65 de partido, Ramsés movió piezas y saltaron al campo de una tacada Ivo, Llorente y Merencio. Juan de la Mata, Segovia y López dejaron su sitio en el verde sintético del Getafe B. Con los cambios, Astray se colocó de central y Plomer se puso en vanguardia. El Getafe siguió percutiendo en ataque, anotó un tanto anulado por fuera de juego (dudoso), y otra vez Carmona estuvo providencial sacando un balón con los pies a ras de suelo. La Sego en ataque… nada… hasta el minuto 76 con un disparo desviado de Llorente. Arranz entró en el minuto 77 por Borrego, y en el 78 Rubén hizo lo propio por Arévalo, que se marchó lesionado.
Los últimos minutos se convirtieron en un `quiero y no puedo´ del Getafe B que terminó embotellando a una Segoviana que se defendió con arrojo e incluso tuvo esporádicos acercamientos a la portería de Josele, sin excesivo peligro. La expulsión de Javi Marcos en el minuto 92 por doble amarilla le dio todavía más incertidumbre al marcador y Facu Esnaider tuvo la última para los suyos con un remate franco que salió desviado. Ojo con este Getafe B, que cuenta con jugadores como Rafa Diz o Carbonell que están llamados a ser de lo mejor del grupo V de la Segunda RFEF.
Mal partido, buen resultado
Mal partido de la Gimnástica que sacó un rédito extraordinario gracias a las paradas de Carmona y el tanto de Segovia. Mucho deberá mejorar si quiere sacar puntos de campos que serán todavía más hostiles en lo deportivo.
Con este punto la Gimnástica sigue en la parte alta de la tabla y toca pensar en la visita del Mensajero del próximo domingo, primero de los partidos matutinos que deberá afrontar el equipo de Ramsés Gil este curso en el Municipal. El equipo sigue invicto y ya han pasado los dos primeros compromisos en césped artificial, todo un tormento para el juego de la Segoviana. Que pase el siguiente.