Ley de Violencia de Género de Castilla
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La Ley de Violencia de Género de Castilla y León será la «más moderna y pionera» y protegerá «a más mujeres y con más servicios». Así lo ha indicado la vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades durante la presentación de la futura Ley de Atención Integral a las Víctimas de Violencia de Género en la Comunidad.

Isabel Blanco ha detallado las principales novedades de esta futura norma cuyo objetivo principal es «proteger, ayudar, prevenir y sensibilizar contra lo que supone la violencia machista».

El documento aprobado este jueves, 9 de enero de 2025, se remitirá a las Cortes para iniciar su tramitación.

Más protección

La nueva norma amplía la protección a las víctimas al reconocer nuevas formas de violencia, promover una mejor y más efectiva detección y prevención de estas situaciones.

El texto es fruto de un intenso trabajo del Gobierno autonómico con el Diálogo Social y las entidades públicas y privadas que forman parte del sistema de Servicios Sociales.

En total, 78 organizaciones y un centenar de profesionales han participado en la elaboración de este anteproyecto de ley. Se estructura en cinco títulos, 69 artículos, una disposición derogatoria y dos disposiciones finales.

Ley flexible que incorpora nuevos modelos de violencia contra las mujeres 

El anteproyecto tipifica nuevas formas de violencia de género y actualiza otras para adecuarlas a la realidad social.

‘violencia digital’

Dentro del primer bloque, cabe destacar la ‘violencia digital’. Es decir, la que se ejerce utilizando las tecnologías de la información y las redes sociales. En este sentido, figuran el ciberacoso, las ciberamenazas, la ciberdifamación, la pornografía no consentida, los insultos y el acoso por motivos de género. También la extorsión sexual, el control o espionaje a través del móvil y cualquier herramienta digital (redes sociales, webs, foros, correo electrónico, aplicaciones de mensajería instantánea…).

‘violencia vicaria’

Otra de las modalidades introducidas en el texto legislativo es la ‘violencia vicaria’. Aquella  que se ejerce sobre los hijos y familiares o allegados a la mujer.

‘violencia de segundo orden’

La tercera tipología nueva es la llamada ‘violencia de segundo orden’. Este tipo incluye los actos de violencia física o psicológica, represalias o humillaciones. También las persecuciones ejercidas sobre las personas que apoyan a quienes sufren la violencia de género. Asimismo, las acciones que impidan la prevención, detección, atención y recuperación de las víctimas.

Además, se prevé como un tipo de violencia diferenciada del tráfico y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, la propia explotación sexual.

También incorpora el concepto de violencia contra la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Este caso incluye actuaciones como mutilación genital, matrimonio forzoso, esterilización forzada o aborto forzoso que restrinjan el libre ejercicio de estos derechos.

Prevención y detección precoz

El anteproyecto legislativo incide en la prevención y en la detección precoz como herramientas fundamentales para avanzar en la lucha contra la violencia de género, uno de los compromisos del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco.

Centros de crisis completan la red de atención

Una vez detectada una situación de violencia de género, se pasa a la siguiente fase de derivación de la víctima para ofrecerle una atención integral. Ésta se prestará bajo los principios de prevención, solidaridad, transversalidad, planificación, profesionalidad, carácter multidisciplinar, calidad y coordinación.

El anteproyecto de ley regula en su articulado el objetivo, los recursos y los protocolos para garantizar la atención integral a las víctimas y la restitución de los derechos vulnerados, con la finalidad de promover la salida del círculo de violencia y la recuperación de su autonomía personal de las víctimas.

Destaca, como novedad, la regulación de los centros de crisis para la atención a víctimas de violencia sexual a través de los que se ofrece información y atención inmediata tanto a las víctimas como a familiares y personas del entorno. Los servicios que se ofrecen en estos centros, de carácter no residencial, se complementan con el centro virtual ‘Atiendo’ que ofrece atención telefónica y telemática.

El acceso a estos recursos podrá realizarse desde los sistemas sanitario y de Servicios Sociales.


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