La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha realizado en los últimos tres años una revisión completa del estado de conservación de las principales aves esteparias presentes en la comunidad: avutarda, sisón, alondras ricotí, ganga ibérica, ganga ortega, aguilucho cenizo, aguilucho pálido o cernícalo primilla. Salvo en el caso de la avutarda, que mantiene poblaciones estables a nivel autonómico, el resto de especies muestran importantes descensos poblacionales, con numerosas extinciones locales. Se están desarrollando instrumentos de ordenación y planificación territorial que permitan asegurar poblaciones viables del conjunto de estas especies, como la publicación del mapa de Zonas de sensibilidad ambiental para las aves esteparias en Castilla y León o la futura elaboración del Plan de manejo de las aves esteparias en Castilla y León.
Las aves esteparias constituyen un conjunto de especies extraordinariamente original en el contexto europeo, reflejo de la propia originalidad de los hábitats que ocupan: medios abiertos áridos o semiáridos, de amplios horizontes, con escasez de arbolado y dominados por comunidades herbáceas o matorrales ralos. Estos medios han estado presentes de forma natural en la península ibérica desde hace milenios, habiendo sido la agricultura de secano y la ganadería, especialmente la agricultura de cereales y leguminosas y el pastoreo de ovejas, los generadores de estos singulares ecosistemas y paisajes de gran valor ambiental y, por tanto, aliados tradicionales de las aves esteparias.
En el contexto europeo, estos medios y aves se localizan fundamentalmente en la península ibérica, con enclaves menores en Francia, Italia y algunos países de Europa central y oriental, junto a los presentes en las grandes estepas rusas.
Esta alianza entre actividad agroganadera y aves esteparias se ha mantenido al menos hasta mediados del siglo pasado, pero la intensificación y los grandes cambios producidos desde entonces, especialmente durante el presente siglo, han comprometido esta favorable convivencia, siendo uno de los principales motivos por el cual el grupo de aves esteparias o agrarias registra en conjunto la peor evolución poblacional en los últimos tiempos. Esto está provocando un constante declive de sus poblaciones, siendo el grupo de aves que peor evolución está teniendo en las últimas décadas, tanto en Castilla y León, como en España o en el conjunto de Europa, motivo buena parte de ellas se encuentran incluidas en distintas normativas de protección de la biodiversidad a escala europea, nacional y autonómica.
Castilla y León alberga grandes extensiones de estos medios esteparios en campiñas y páramos, donde se localizan algunas de las principales poblaciones de este grupo de aves a escala europea o incluso mundial, como avutardas, sisones, alondras ricotí, gangas ibéricas, gangas ortegas, aguiluchos cenizos, aguiluchos pálidos o cernícalos primilla.
La Junta de Castilla y León, a través de la ahora Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, dentro de los trabajos de seguimiento de la biodiversidad enmarcados en el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, en el que participan agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y técnicos de los servicios territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación del Patrimonio Natural, está realizando en los últimos años importantes esfuerzo en la revisión del estado de conservación de estas especies, cuantificando su población y evolución, e identificando sus principales áreas de distribución. Para ello, en los últimos tres años se han realizado los censos autonómicos de avutarda, alondra ricotí, ganga ibérica, ganga ortega y sisón, así como el censo de buena parte del área de distribución de aguilucho cenizo, aguilucho pálido y cernícalo primilla, estableciéndose a su vez seguimientos anuales más detallados en algunas de sus principales áreas de distribución.
Avutarda
En 2019 se abordó el tercer censo regional de avutardas, tras los realizados en 1998 y 2008. Se prospectó una superficie de 11.895, 65 km2, con casi 13.000 km recorridos, localizándose un total de 14.787 avutardas, 6.642 machos, 5.858 hembras y 2.287 indeterminados, la cifra más elevada de la serie histórica. Durante su periodo reproductor está presente en todas las provincias a excepción de Soria, donde únicamente está presente durante el periodo estival, cuando recibe una importante población de avutardas, especialmente de machos, procedentes de las poblaciones reproductoras de Madrid y Castilla-La Mancha. Aunque la especie presenta un área de distribución muy extensa, de aproximadamente 10.652,82 km2, el 90% de su población se localizan en Zamora, Valladolid y Palencia.
Su evolución muestra una relativa estabilidad poblacional a nivel de la comunidad, aunque con importantes diferencias entre áreas. A grandes rasgos, sus poblaciones aumentan en las comarcas de Tierra de Campos, Tierra del Pan y Los Oteros, así como en los pequeños núcleos más o menos aislados de la provincia de Segovia, mientras que disminuyen en La Armuña, Campo de Peñaranda – Tierras de Alba, La Guareña, Tierra de Campiñas, La Moraña y El Payuelo (León).
La red de ZEPA de Castilla y León albergaron el 67% de esta población, siendo la ZEPA y Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, con 2.592 avutardas, el espacio que albergó un mayor número, siendo a su vez el área con mayor densidad mundial de la especie, con 8,0 avutardas/km2. Otras ZEPA con importantes poblaciones de avutarda son Tierra de Campiñas, La Nava-Campos Norte, Penillanuras-Campos Sur, Camino de Santiago y Oteros-Campos, albergando entre todas ellas el 60% de la población total y el 89% de la presente en ZEPA.
Ganga ibérica y ganga ortega
En 2019 también se abordó el censo de las poblaciones de ganga ibérica y ganga ortega presentes en la comunidad, abarcando la práctica totalidad del área de distribución conocida durante las últimas dos décadas. En total se muestrearon 225 cuadrículas, con 501 recorridos y más de 2.000 km recorridos, estimándose una población inferior a los 200 individuos en el caso de la ganga ibérica e inferior a los 1.000 individuos en el caso de la ganga ortega.
La ganga ibérica concentra sus exiguas poblaciones principalmente en algunos páramos de la comarca de La Guareña, con el 70-80% del total, la gran mayoría dentro de la ZEPA Llanuras del Guareña, con poblaciones muy reducidas, de escasos individuos en las campiñas Valladolid, Ávila y Salamanca.
La ganga ortega, aunque también muy escasa, presenta una distribución mayor y más continua, con dos grandes núcleos principales, uno en los páramos ibéricos (Soria y áreas contiguas del sur de Burgos y este de Segovia) y otro en las campiñas meridionales (Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora), a los que hay que sumar núcleos menores, más aislados y próximos a su desaparición, situados al norte del río Duero, siendo el más importante de estos el presente en la Reserva Natural y ZEPA Lagunas de Villafáfila.
En las dos últimas décadas ambas especies han reducido y fragmentado sustancialmente su área de distribución, con descenso superiores al 50% en el caso de la ganga ibérica y superiores al 60% en el caso de la ganga ortega respecto a las poblaciones existentes a principios del siglo XXI. Ambas especies se han extinguido de buena parte de sus núcleos históricos presentes al norte del río Duero, rarificándose en los del sur, con numerosas extinciones locales.
Sisón
En 2020 se abordó un censo de sisón que abarcó la práctica totalidad del área de distribución conocida durante las últimas dos décadas, así como algunas áreas no muestreadas con anterioridad con hábitat apropiado o próximas a zonas con presencia conocida de la especie. En total se muestrearon 300 cuadrículas UTM 10×10, y más de 5.000 estaciones de escucha, estimándose una población que ronda los 1.000 machos reproductores. La especie se localiza fundamentalmente por el oeste y noroeste de la comunidad, en las provincias de León, Zamora y sus límites con Valladolid (La Valdería, Oteros, páramos de Benavente – sur de León y Villafáfila y su entorno), con núcleos de menor extensión territorial repartidos por campiñas y distintos páramos, de todas las provincias de la comunidad, siendo los más relevante de todos ellos el presente en los campos y páramos del este y sur de Soria. El conjunto de ZEPA de Castilla y León albergan menos de 400 machos de sisón, siendo los espacios de Lagunas de Villafáfila y Oteros-Campos los espacios que mayor número de sisones albergan
La especie se ha extinguido o rarificado en numerosos núcleos históricos, fragmentando sus poblaciones, que han quedado recluidas principalmente a pequeñas áreas con hábitat óptimo, mostrando una disminución aproximada del 70% en las últimas dos décadas. Este acusado descenso se ha producido en general en toda la comunidad autónoma, especialmente relevante fuera de Villafáfila, ciertos páramos y campiñas leonesas y sorianas, así como pequeñas zonas del resto del territorio que mantienen una estructura de hábitat óptima para la especie.
Alondra ricotí
Entre 2019, 2020 y 2021 se ha realizado una revisión completa del estado de conservación de todas las poblaciones conocidas de alondra ricotí en Castilla y León, muestreándose la totalidad del hábitat considerado como óptimo para la especie, que asciende a 33.913 ha., un escaso 0,36% de la comunidad.
Su población ha sido estimada en 958 machos, localizándose el 93,3% en las altas parameras de Soria, especialmente en los pastizales-tomillares del sur de la provincia, en Altos de Barahona y Layna-Medinaceli, donde se concentra el 73% de la población, siendo el núcleo de Caracena-Madruedano el más importante de todos. El resto de la población se localiza en parameras del noreste de Segovia y sur Burgos. El 43% de su población se encuentra dentro de los límites de alguna de las ZEPA declaradas, siendo, en orden decreciente de importancia: Altos de Barahona, Páramo de Layna, Hoces del río Duratón y Hoces del río Riaza.
La especie se ha extinguido de los núcleos históricos recientes de Zamora (Arribes y cañones del Duero y entorno de la sierra de La Culebra), Palencia (páramos del Cerrato), Burgos (Casanova) o de amplias áreas de Soria, con reducción y fragmentación de buena parte de los principales núcleos sorianos, que se traduce en una reducido casi un 60% su tamaño poblacional y un 50% en su área de distribución en los últimos 15 años. Este declive parece haberse incrementado en el último año, entre 2020 y 2021, probablemente como consecuencia de las extremas condiciones ambientales provocadas por la borrasca Filomena, acelerando la ya de por si negativa tendencia poblacional registrada con anterioridad.
Esta especie está absolutamente ligada a los pastizales y tomillares ralos, por lo que la reducción de estos hábitat debido fundamentalmente a la pérdida del pastoreo de ovino en grandes áreas de parameras, provocando a su vez el aislamiento de los núcleos actuales, algunos de muy pequeña superficie, y por tanto, muy susceptibles a desaparecer a corto plazo.
Rapaces de medios esteparios: aguilucho cenizo, aguilucho pálido y cernícalo primilla
En 2021 se ha realizado también un importante muestreo de las poblaciones de aguilucho cenizo y aguilucho pálido, distribuido por la totalidad de la comunidad, así como un censo de las poblaciones de cernícalo primilla en el conjunto de ZEPA de la comunidad y sus áreas periféricas.
En el caso de los aguiluchos, se muestrearon 171 cuadrículas UTM 10×10 repartidas por la totalidad del área de distribución de ambas especies en la comunidad. Las provincias con mayores abundancias relativas de ambas especies fueron Palencia y Valladolid.
Los resultados obtenidos en 2021 muestran un claro descenso en la abundancia relativa de las poblaciones de aguilucho cenizo en todas las provincias excepto en Segovia, pero especialmente intensos en las provincias de León, Salamanca y Ávila. En el caso del aguilucho pálido los datos muestran por el contrario importantes aumentos de abundancia relativa a nivel general de la comunidad, con incrementos más importantes en Valladolid y Salamanca, detectándose en cambio importantes descensos en Burgos y León.
En el caso del cernícalo primilla aún no están procesados los datos del censo, aunque es previsible, que al igual que está sucediendo en otras regiones de España, la población haya sufrido un importante descenso, conociéndose la desaparición de distintas colonias históricas, aunque a su vez se hayan registrado nuevas colonias no inventariadas con anterioridad.
Conservación de las aves esteparias
Gracias a este intenso seguimiento, se dispone actualmente de información de calidad sobre la situación y distribución actual de estas especies, que está permitiendo desarrollar instrumentos de ordenación y planificación territorial tendente a evitar actuaciones que generen importantes afecciones negativas en las áreas más importantes para su conservación, así como fomentar en estas mismas zonas acciones compatibles y/o beneficiosas con su conservación (agricultura tradicional de secano, ganadería extensiva, etc.) y desarrollar futuras actuaciones de conservación.
Hasta la fecha se ha publicado el mapa de Zonas de sensibilidad ambiental para las aves esteparias en Castilla y León, categorizando la totalidad de la comunidad en zonas de sensibilidad Muy alta, Alta, Media y Baja, con el objetivo principal de orientar el desarrollo de proyectos de energías renovables, especialmente de plantas solares fotovoltaicas, intentando evitar incidencias importantes en sus áreas más importantes
Actualmente está en elaboración el Plan de manejo de las aves esteparias en Castilla y León, cuya redacción estará finalizada en el presente ejercicio, con el objetivo asegurar poblaciones viables del conjunto de estas especies, manteniendo o aumentando sus poblaciones y área de distribución actúa, mediante la puesta en marcha de medidas preventivas que minimicen las amenazas existentes y medidas de gestión territorial compatibles o beneficiosas para este conjunto de especies en su ámbito de distribución.