El Consejo de Gobierno de la Junta autorizó el levantamiento de las restricciones de acceso en las residencias de la Comunidad a las personas no dependientes que precisen cualquier tipo de atención. Un retorno progresivo a la normalidad que llega después de comprobar el elevado volumen de personas vacunadas, la eficacia del proceso de inmunización y la reducción casi total de contagios.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, subrayó que la administración autonómica ha llevado a cabo durante la pandemia del COVID una política «responsable» y «prudente» en la flexibilización progresiva de medidas relativas al funcionamiento de las residencias y los centros de día públicos y privados de personas mayores y con discapacidad. La línea a seguir, precisó, ha sido conjugar la protección y atención a los más vulnerables con su seguridad y la de los profesionales volcados en la prestación de los servicios.
De esta manera, recordó que estos recursos han prestado cobertura a personas en situación de prioridad o desamparo social. En febrero, una vez completado el proceso de vacunación, se autorizaron ingresos de grandes dependientes (con grados II y III). Y, desde marzo, se permite el acceso de residentes con cualquier grado de dependencia y el retorno a los centros de quienes durante la emergencia sanitaria habían permanecido en sus domicilios. Prueba de ello es la tendencia alcista en el número de ingresos, que comenzó a evidenciarse en febrero –con 171 residentes más– y se intensificó en marzo –con 306 nuevos ingresos–, aunque no hay datos disponibles del mes de abril al no haber concluido.
Reiteró que la lista de espera para acceder a una plaza de una residencia, tanto pública como concertada, no es real al no funcionar como la de una consulta médica, ya que una persona puede estar apuntada a varios listados e incluso rechazar cuando se le ofrece un puesto. Eso sí, reconoció que mucha gente a la que se le llama rehúsa entrar a una residencia «por miedo».
Blanco aseguró que la resolución sobre los ingresos de todo de tipo de personas en las residencias de Castilla y León obedece a la máxima de garantizar la mayor protección de los individuos vulnerables, tratando de dar respuesta a todo tipo de necesidades sociales, como las derivadas de problemas de salud, fragilidad o soledad no deseada, entre otras.
En cuanto al proceso de ingreso en las residencias, la consejera apuntó que es un tema que tendrá que determinar cada centro, ya que señaló que algunos de las personas que soliciten entrar ya tendrán las dos dosis de la vacuna contra el COVID y la inmensa mayoría contará al menos con una inoculación. Por lo tanto, en estos casos, los nuevos usuarios se podrán incorporar, «de manera normal y natural», a la vida del centro.
Otra de las decisiones acordadas por el Consejo de Gobierno es la eliminación de la obligatoriedad de realizar actividades en ‘grupos burbuja’ de hasta cinco participantes en los centros de día para mayores y usuarios con discapacidad. Ambas normas se incorporaron hoy a la ‘Guía de actuaciones para las residencias y centros de día públicos y privados de personas mayores y de personas con discapacidad’ durante la alerta sanitaria, que ya está disponible en el portal web de Servicios Sociales.