La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Educación, ejecutará la primera fase de las obras de mejora de envolvente térmica e iluminación en el IES ‘Andrés Laguna’.
Una intervención que se enmarca dentro de las actuaciones financiadas con los fondos Next Generation, concretamente con el programa PIREP, destinado a la rehabilitación de edificios públicos.
Actualmente, se está ejecutando la primera de las tres fases previstas, que cuenta con una inversión de 942.167,25 euros de los 2.831.400 euros que supone la inversión total de la ejecución y que tiene como plazo de finalización aproximado el próximo 12 de septiembre. Las dos primeras fases actuarán sobre la zona de aulas, la dirección y administración, mientras que la tercera y última fase, se centrará en el auditorio y el pabellón de Educación Física. Las actuaciones referidas a las dos fases restantes se ejecutarán en fechas posteriores, aprovechando los periodos vacacionales.
La obra, que ha visitado el delegado territorial, José Luis Sanz Merino, junto con el director provincial de Educación, Diego del Pozo de Andrés y la responsable del Área Técnica de Construcciones y Equipamiento, Susana Moreno Falero, tiene como objetivo reducir la demanda de energía del edificio en un 32%. Una reducción que se consigue a través del aislamiento completo de la envolvente de fachadas y techos, además de con el cambio de carpinterías exteriores por otras más eficientes, con rotura de puente térmico y doble acristalamiento de baja emisividad térmica y con la sustitución de todas las luminarias fluorescentes por pantallas LED.
El edificio del IES ‘Andrés Laguna’ se trata de una construcción protegida y catalogada por la Fundación Docomomo, dedicada a la documentación y difusión de la arquitectura del Movimiento Moderno en la península ibérica, como un representante valioso de la arquitectura del Movimiento Moderno, por lo que se ha tenido especial cuidado al diseñar la intervención en la envolvente, para recuperar los valores originales del edificio en la forma en la que fue concebido inicialmente en 1960.
Así, el aislamiento de los techos de las aulas que se está realizando, contribuye a reducir la demanda de energía del edificio y, además, reduce la reverberación del sonido en las aulas, consiguiendo un mejor confort térmico y acústico. También se reduce la transmisión del ruido del exterior al interior de las aulas, colocando ventanas más herméticas.
La intervención que se está ejecutando reducirá un 32% la demanda energética del edificio y, además, recuperará los valores de la composición original de este, que se había visto alterada por la colocación, en diferentes épocas, de carpinterías de modelos y calidades diversas, sin un criterio compositivo adecuado a los valores de la composición del edificio original.