La seguridad de la Autovía de Pinares (A-601), que conecta Valladolid y Segovia a lo largo de 104,5 kilómetros será evaluada. Castilla y León pone bajo lupa la seguridad más de 120 kilómetros de autovías autonómicas, el 87% de ellos que afectan a la provincia segoviana, que serán sometidas a diferentes evaluaciones con el fin de revisar la visibilidad, las intersecciones, los puentes y el firme, junto con la señalización y los límites de velocidad. Estos trabajos se llevarán a cabo durante cuatro meses con el fin de tener cerrada la auditoría y conocer se acometerán en estas vías.
La Consejería de Movilidad y Transformación Digital acaba de contratar esta revisión de la seguridad de tres de las cuatro autovías de la Comunidad, en concreto la de Pinares (A-601), que conecta Valladolid y Segovia a lo largo de 104,5 kilómetros, junto a la existente entre Cubillos del Sil y Toreno (CL-631 y 12,4 kilómetros), y la de Magaz-Palencia (A-610 y-7,5 kilómetros).
Esta actuación, según fuentes de Movilidad, pretende evaluar el riesgo de que se produzcan accidentes de tráfico con el fin de identificar aquellos elementos o tramos que requieren de una actuación de mantenimiento para mejorar la seguridad de la circulación. La Consejería podría tener antes de 2024 la auditoria completada, de forma que el siguiente paso será programar las intervenciones descritas por parte de los servicios territoriales.
Con ello, la Consejería de María González Corral cumple la directiva de 2019 que amplió las evaluaciones de impacto de la seguridad vial a las autopistas y otras carreteras principales, más allá de la red transeuropea. Además, establece que se deben llevar a cabo a más tardar en 2024 y que las siguientes se deben hacer al menos cada cinco años o con la frecuencia suficiente para garantizar unos niveles de seguridad adecuados.
En términos generales, las inspecciones se realizarán mediante recorridos por las autovías seleccionadas, en ambos sentidos de circulación, tanto en horario diurno como nocturno. De esta forma, el equipo técnico inspeccionará la totalidad de la carretera, tanto el tronco como los enlaces. Además, se harán grabaciones georreferenciadas de los recorridos mediante cámaras 360º.
Los elementos de mejora identificados, así como las propuestas de actuaciones preventivas, se recogerán en un informe de la inspección, en el que se detallará en términos económicos su coste. Además, sobre una plataforma online se identificarán y ubicación para que puedan ser programadas estas actuaciones por las secciones de conservación y explotación de los servicios territoriales de Movilidad y Transformación Digital.
Inspecciones específicas
Sobre el trazado y la sección transversal de la vía, se revisará la visibilidad y distancias el límite de velocidad y las zonas con limitaciones; el acceso a propiedades y proyectos colindantes o para los vehículos de emergencias y de servicio; los tratamientos en puentes y alcantarillas, así como los arcenes, desniveles del firme, los taludes de desmonte y el terraplén.
También se evaluarán la adecuación del tipo de intersección o enlace, la geometría del mismo, el trazado de los carriles auxiliares, el control del tráfico en estos cruces o la presencia de pasos de peatones y de ciclistas. Además, para los denominado usuarios “vulnerables”, se tendrá en cuenta la adecuación de la infraestructura, así como los márgenes de la vía, incluida la vegetación y otros “peligros”, los guardarraíles y las vallas.
De la misma forma, se inspeccionará el alumbrado de las vías, la “legibilidad” de las marcas viales, los postes de señalización y la existencia de zonas “seguras” de estacionamiento y descanso, el deslumbramiento y la presenacia de obras o vehículos pesados.
Finalmente, la auditoría se completa con una revisión de los defectos del firme, la adherencia, la existencia de grava o charcos. También se examinarán los puentes, túneles si los hubiera u otros elementos.