El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, descartó hoy que el Ejecutivo autonómico vaya a tomar más medidas restrictivas en las próximas semanas salvo que se produzca un rebrote de casos de COVID.
Tal y como señaló en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Igea manifestó que su intención durante esta ola es “hacer el menor daño posible” y que por ello, y ante una incidencia acumulada que “está empezando a disminuir”, afirmó que se mantendrán las medidas “sin incrementar otras” salvo que se produzca un nuevo crecimiento de casos, en cuyo caso “habrá que plantearse otras medidas”.
Descartó así la posibilidad de limitar reuniones, más aún, si ven “que la incidencia comienza a bajar de manera sostenida”, como aseguró que “parece a día de hoy”, y también desechó la posibilidad de exigir el certificado COVID, consistente en el documento de vacunación completa o una prueba negativa en las últimas 72 horas, para acceder a los establecimientos de hostelería de la Comunidad, como por el contrario sí ha aprobado la Xunta de Galicia.
“No nos hemos planteado solicitar el certificado porque la incidencia está empezando a disminuir”, recalcó Igea, que también sostuvo que la Junta tiene la “obligación” de ayudar al sector de la hostelería “mientras tengamos medidas restrictivas”, si bien aventuró, ante las declaraciones del concejal de Turismo del Ayuntamiento de Salamanca, que aseguró que los hosteleros estarán recibiendo ayudas durante años, que desde la Junta esperan que “esto no dure años”. “Meses, pero no años”, concluyó.