El alcalde socialista de Torrecaballeros, Rubén García de Andrés, denuncia en su cuenta de X esta situación. Reproducimos íntegramente su comunicado:
«Dicen que las coincidencias no existen… O sí… Justo en el día en el que la diócesis dice adiós al que ha sido «nuestro» Obispo, el párroco de Torrecaballeros me comunica que se me prohíbe recibir la Sagrada Comunión. ¿Por qué?: por mi condición sexual y vivir con mi pareja.
Todo a raíz de lo sucedido en Basardilla el pasado domingo y que creo también se hará público por parte de las personas afectadas. Tras conversación con mi párroco, éste me manifiesta que va a hacer una consulta al Obispado y yo pido que se me comunique por escrito.
En la respuesta por mail desde el Obispado se me dice que no se ha hablado con el párroco y que la doctrina es clara. En definitiva: mi párroco decide negarme la Comunión. Hace dos años, también tras la acción de dedos inquisidores, se me retira del servicio que estaba prestando a la diócesis como Celebrador de la Palabra. En teoría me dijeron que por motivos políticos. Ésa es la explicación oficial. Pero luego se me reconoció que había otros motivos, los mismos que ahora.
Entonces no lo hice público. Grave error por mi parte. Ahora he decidido no callar. La HOMOFOBIA imperante en los dedos inquisidores de quienes acusan en Basardilla y en Torrecaballeros, azuza la HOMOFOBIA de (parte) de la Iglesia de Segovia. La decisión de causa dolor, mucho dolor. Y se lo causa a mi familia. Y a mi gente. Y puedo perdonar el dolor que se me causa. Pero NO voy a perdonar, lo siento, el que se causa a mi FAMILIA, esa institución que tanto dicen defender.
A la Iglesia de Segovia no ha llegado la primavera de Francisco. Lástima. Menudo erial se va a encontrar el nuevo Obispo. Ahora vendrán, si es que tienen valor para ello, las excusas, los lamentos e incluso los desmentidos. Pero la situación es la que es: no puedo comulgar por ser homosexual y vivir en pareja. ¡Y ojo, que se me ha dicho que situación distinta sería si «solo fuera gay y siguiera un camino de conversión».
Vamos que si estás en el armario y eres más falso que Judas, puedes comulgar y se acabó. En este mundo andamos…. Pero yo no me resisto a que podamos avanzar y por ello voy a seguir luchando y trabajando hasta mi último aliento».