NP Fundación Caja Rural

La música ha encontrado este año un espacio propio en el Hospital General de Segovia, donde ha pasado de ser un simple acompañamiento a convertirse en una herramienta terapéutica con impacto real en la salud mental. Gracias a la colaboración entre la Fundación Caja Rural de Segovia y la Fundación Diversión Solidaria, pacientes ingresados en distintas unidades han participado en un innovador programa de musicoterapia que ha demostrado cómo el arte puede aliviar, acompañar y transformar procesos emocionales y clínicos.

El proyecto, financiado íntegramente por la Fundación Caja Rural, ha ofrecido a lo largo del año 29 sesiones en las que han participado 42 pacientes de distintos servicios, entre ellos el CRPS Antonio Machado y el Hospital de Día de Salud Mental de la calle Padre Claret.

La Fundación Caja Rural de Segovia y la Fundación Diversión Solidaria se unen en un pionero programa de musicoterapia

Las sesiones, dirigidas por una musicoterapeuta profesional, han convertido la música en una herramienta terapéutica que promueve la autoestima y el reconocimiento de las capacidades personales, fomenta la cohesión grupal y la creación de vínculos saludables, facilitando espacios seguros de expresión emocional, ayudando a regular la ansiedad y el estrés.

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La metodología ha combinado técnicas de musicoterapia activa y receptiva, adaptadas a cada grupo, incluyendo improvisación instrumental y vocal, composición de canciones, baile y movimiento libre, escucha consciente y ejercicios de relajación con música en directo y grabada.NP Fundación Caja RuralBeatriz Serrano, directora de la Fundación, asegura que “hemos vivido en primera persona el poder transformador de la musicoterapia en los pacientes, especialmente en los de salud mental. Las sesiones se convierten en un verdadero oasis para ellos”.

Según Almudena Menchén, directora de Fundación Diversión Solidaria, “este tipo de actuaciones no farmacológicas transforman el ocio en algo terapéutico, convirtiendo momentos de diversión en fuerza, motivación y compañía”. Por su parte, la musicoterapeuta María Arias Velasco destaca que “la música se convierte en un espacio seguro de bienestar para los pacientes, un refugio”.