Cuando Cristina Guerra terminó de escribir la novela ‘En acatamiento tuyo’, no se planteaba una segunda parte. Sin embargo, los lectores pedían más sobre la historia de Laura, la protagonista, que en las últimas páginas quedó en un avión. Así, en pleno estado de encierro por la pandemia, la escritora se evadió dando rienda suelta a los siguientes capítulos de su ficción y ‘voila’: la vida de Laura continúa en Nueva York. 

Para no tenerlo previsto, las palabras fluyeron con más rapidez que sus anteriores obras. En apenas unos meses, tenía lista la segunda parte, ‘Que pasa como una sombra’ (Círculo Rojo), que se presentará este lunes 23 de mayo a las 19.30 en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente. Allí, los lectores podrán adquirir un ejemplar firmado por la propia autora y será David Roscón, profesor de Lengua y Literatura en el Instituto Giner de los Ríos, quien se encargue del preámbulo. 

Él ha sido una de las dos personas que han tenido la oportunidad de leerlo antes de lanzarlo a la venta. Fue alumno suyo, al igual que Juancho del Barrio, profesor del Claret y miembro de la Academia de San Quirce, y el periodista Carlos Álvaro. Ambos, ex alumnos, amigos y afortunados por haber presentado sus anteriores novelas. “Son la vitamina J, no del jamón sino de la juventud”, comenta la autora, con una sonrisa, a este diario.

Calentando motores

Sus 44 años de profesora de Lengua y Literatura le han regalado buenas amistades, experiencias, conocimiento y tras su jubilación, la pasión con la que daba sus clases, la invierte en los libros. Son ya tres novelas publicadas (la primera, ‘La luz solitaria de las estrellas’). 

Anteriormente, escribía. A sus 14 años, recuerda algunos versos y cuentos cortos. Después, en paralelo a sus clases y tutorías, hizo sus incursiones en este mundo. Se presentó al concurso Cuentos de Provincias y en varias ocasiones obtuvo el primer premio. Ganó el segundo Premio de Novela Corta del Centro Segoviano de Madrid en 1995, por su obra ‘María del Salto’ y quedó entre los 10 primeros seleccionados “en el Concurso de Narraciones Breves «Fernando Belmonte» (en Huelva), con el cuento ‘La maleta negra’”.

Así fue calentando motores hasta su jubilación, que es realmente cuando puede dedicarse con plenitud a escribir, tirando de “mis viajes, algunas de mis vivencias y de la literatura, como hago siempre, se llama deformación profesional”. 

Muy recomendable

Con estos tres ingredientes, y algunos más, Cristina Guerra ha logrado sacar a la luz ‘Que pasa como una sombra’. Quienes tengan esta lectura entre sus manos, podrán comprobar la valoración de la editorial (Círculo Rojo): “Interesante obra de ficción intimista, emocional y profundamente humana”. Además, destaca aspectos como “el extraordinario dominio de la prosa”, “la riqueza en matices y en vocabulario; la descripción tanto de los distintos espacios por los que se desarrollan las tramas —descritos con un gran grado de detalle y precisión— como de los personajes, principales y secundarios, que deambulan por las diferentes tramas; estos, además, están perfectamente construidos y están dotados de una complejidad importante […] El tono reflexivo y su capacidad para arrastrar al lector desde la primera página y hacer que empatice con los protagonistas”. En definitiva: “Muy recomendable”. 

Es cierto que cuando empezó la pandemia, la autora segoviana estaba inmersa en otro proyecto editorial, “pero por recomendación de un amigo que desgraciadamente no está con nosotros, retomé los personajes y me aislé de lo que estaba sucediendo alrededor”. Al fin y al cabo, “me había encariñado con ellos”. Tanto, que las palabras y los escenarios fluyeron con soltura y “según me han comentado las dos personas que lo han leído, el final deja la puerta abierta”.