Segovia es una de las pocas provincias que no tiene zonas básicas de salud sin diagnosticados por covid19.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, avanzó que el inicio de la desescalada podría hacerse atendiendo a la evolución epidemiológica de las zonas básicas de salud y no sólo a la provincia, con lo que se cumpliría una de las principales demandas de la Junta de Castilla y León para a salida de esta situación. «Estamos satisfechos con el documento inicial», presentado por el Gobierno central, ya que posibilita la segmentación geográfica y que se pueda avanzar en diferentes velocidades según los territorios, aclaró.
Aunque todavía es pronto para precisar cómo se abordar el inicio de la vuelta a la ‘nueva normalidad’, puesto que está tarde hay convocado, a las 16 horas, un nuevo Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) para resolver dudas y plantear cuestiones que no están bien definidas, Casado explicó que el ministro Salvador Illa, sí abrió la posibilidad a trabajar con unidades más pequeñas que la provincia, aunque esta última sea la preferente. Se podrá valorar en función de los datos y los criterios de las comunidades autónomas.
Así lo explicó la consejera en su comparecencia diaria para informar sobre la evolución de la pandemia en la Comunidad y que hoy estuvo acompañada por la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco. «No vamos igual en toda la Comunidad», explicó, para incidir en que en la Junta son «tan raros» porque Castilla y León es el territorio más extenso y con la población más dispersa que hace pensar en la preferencia por un «marco inferior». En todo caso, esta petición también la han realizado los gobiernos de Extremadura, Galicia, Castilla-La Mancha y Aragón.
Valoró que se haya decidido un período de 15 días para analizar la situación y entrar en una nueva fase, algo que aprobará el Ministerio, pero a propuesta también de las comunidades autónomas; si bien precisó que todavía desconocen los indicadores y los estándares máximos y mínimos para determinar si se pasa a una nueva fase, como tampoco los elementos necesarios para el control de movilidad para asegurar el aislamiento de zonas en diferentes fases.
Fechas orientativas
Respecto a las fechas para la desescalada, la consejera precisó que son orientativas y dependerá del cumplimiento de los indicadores. Es más, se adaptarán siempre que no haya repuntes ni una marcha atrás. «Que nadie piense que el 22 junio estará en fase tres todo el país», «¡ojalá!», añadió, porque eso implicará que todas las medidas de prevención y protección se han cumplido, pese a que piensa que la transición será muy diferente en función de los territorios.
En este punto, volvió a recordar a la población que la transición dependerá del comportamiento individual, y que siempre ha habido dos elementos claves para contención: «la enorme capacidad de la sociedad a la hora de adaptarse a la cuarentena social, que es lo que ha tumbado la curva y ha permitido llegar a una meseta», junto al trabajo de todos los profesionales del sistema sanitario. «Esto es lo que ha hecho que la curva haya empezando a descender de forma paulatina».
En todo caso, sigue habiendo casos, lo que indica que el virus sigue circulando, por lo que no se puede bajar la guardia y no se pueden relajar las medidas de prevención y protección. De lo contrario, podría ocurrir lo que ha pasado en Alemania, donde se ha registrado un repunte de casos vinculado a la relación de la población, precisó Casado, quien insistió en que el lavado de manos, la higiene respiratoria y la distancia social son claves para que el mapa de Castilla y León se tiña de verde, lo que indicará que han dejado de registrarse casos.
Sin casos en 14 días
La consejera quiso lanzar un mensaje de esperanza, puesto que cada vez hay más zonas básicas de salud que no han registrado ningún caso en los últimos 14 días, que sería las zonas más preparadas. En concreto, en estos momentos suman ya diez, y cada vez el mapa autonómico es cada vez más amarillo (fase previa a la verde). Se trata, en la provincia de Burgos, la de Sedano, Huerta del Rey y Valle de Losa; en León, Matallana de Torío y Truchas; en Zamora, Alta Sanabria y Carbajales de Alba; en Valladolid, la de Alaejos; en Palencia, la de Baltanás, y en Ávila, San Pedro del Arroyo.
«Se abre una nueva etapa», auguró la consejera, quien es consciente de que ello implicará cambiar la forma de organización de la Consejería, de los centros de Atención Primaria», de los servicios de emergencias y de los hospitales, que ya trabajan en su escenario de desescalada, que se abordarán la próxima semana, de la mano también de las direcciones generales y del Grupo de Expertos.
Mal uso del teléfono Covid
Por otro lado, Casado recordó a la población la necesidad de utilizar de forma adecuada el teléfono gratuito de atención a posibles pacientes por COVID-19, el 900 200 000, y pidió a la población que no lo utilice para solicitar los resultados de los test, algo que se puede consultar a través de la App Sacyl Conecta o pidiendo cita en el centro de salud, para recibir los resultados por vía telefónica.
Llegada de material
Por último, la consejera explicó que ayer aterrizó un nuevo avión en Zaragoza con material de protección. En concreto, con 432.000 batas impermeables y 125.000 test rápidos IgG/IgM llegados desde Shanghai para la detección de anticuerpos de covid-19 en pacientes de los servicios de Atención Primaria y hospitalaria de la Comunidad. Este envío constituye la segunda entrega de un total de 250.000 adquiridos por el Ejecutivo autonómico.
Los materiales se suman a los 31 millones de artículos que ha adquirido la Junta de Castilla y León para seguir garantizando que los profesionales sanitarios y sociosanitarios dispongan de los equipos de protección individual (epi) que necesitan para seguir trabajando durante la pandemia de coronavirus.