La escritora Montserrat Domínguez toma como eje central de su novela bajo el título «La marca del agua», la desaparición del pueblo de Linares del Arroyo (Segovia) anegado por el pantano.
La historia transcurre en la primavera de 1950, ambientada durante ese periodo convulso que supuso la desaparición de la localidad segoviana bajo el embalse.
Madrileña de nacimiento, la autora hunde sus raíces familiares en la provincia segoviana. Las localizaciones así como el trasfondo del sentimiento de pérdida son reales; no así sus personajes, dos hermanos, Marcos y Sara, personajes de ficción ideados por Montserrat Domínguez para canalizar su historia, viajando por el pasado y el presente, fundiendo sensaciones.
Los protagonistas del libro desgranan las diferencias sociales, las dificultades de relaciones de pareja, el peso de la religión, el dolor de la pérdida, la huella de la guerra y la posguerra… Marcos es un hombre atormentado sobre quien recae el peso de la memoria y la culpa, mientras que Sara es una mujer atrapada en sus propios demonios.
El arraigo, el sentimiento de pertenencia, el discurrir por el camino, las emociones que emanan de la novela hacen de «La marca del agua» una «novela muy especial» como la califica el escritor Julio Llamazares.
Editada por Lumen, «La marca del agua» es una de las novelas más poderosas de los últimos tiempo.