La Federación de Autónomos de Castilla y León (Feacyl), integrada en Cecale, ha advertido de que la Comunidad pierde más de diez empresarios autónomos cada día, lo que queda reflejado en que en noviembre se contabilizaron en la región, 2.237 bajas frente a las 1.934 altas en afiliación al RETA, con una pérdida global de 303 trabajadores por cuenta propia.
Feacyl indica, en un comunicado de prensa, que las principales causas de esta “grave situación” continúan siendo la “fuerte caída del consumo de las familias y de la demanda de productos y servicios en general, por el clima de desconfianza imperante, así como la fuerte disminución en la actividad de las empresas y administraciones públicas”.
El presidente de la Feacyl, Javier Cepedano, explicó que a esto se suma la “enorme dificultad” en el acceso a la financiación, estando el crédito “prácticamente inaccesible” para la pyme y, especialmente para los empresarios autónomos. Por ello, Feacyl, junto a Cecale, firmará un convenio de colaboración con Iberaval con el que aunar esfuerzos para garantizar tanto a PYMES como a autónomos el acceso al crédito.
Así mismo, la organización entiende que las líneas del ICO, gestionadas por la banca privada con criterios de riesgos que hacen inviables los créditos, se han mostrado “inoperantes”. Por eso, reclama la puesta en marcha desde el ICO de una línea especial para autónomos, teniendo en cuenta sus particularidades en cuanto a ser personas físicas, a diferencia de otro tipo de empresas, y las circunstancias familiares y patrimoniales que diferencian a este colectivo tan afectado por la recesión económica.
Además, Feacyl entiende que las líneas de actuación que hay que desarrollar con urgencia han de ser políticas activas de empleo, encaminadas a fomentar el espíritu emprendedor; actuaciones que han de ir acompañadas por otras medidas que a los nacientes empresarios autónomos les faciliten la puesta en marcha y desarrollo de su negocio tales, como facilitarles el acceso a la financiación.
Igualmente, exige a las distintas administraciones que cumplan con los plazos de pago de las facturas, pues es la morosidad, junto a la pérdida de confianza del consumidor, la caída del consumo y las dificultades de acceso a crédito, lo que está haciendo que muchos pequeños empresarios no encuentren alternativa al cierre.