La Confederación Hidrográfica del Duero culpa al Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso de que el agua que abastece a la población de La Granja (excepto Caserío de Urgel y el núcleo de población de Valsaín) haya tenido que ser declarada temporalmente no apta para el consumo humano. “El agua del embalse del Pontón, como la de otros muchos embalses, puede usarse para el suministro de abastecimiento a la población, pero previa potabilización, es decir, pasando por una planta potabilizadora”, advierte a través de un comunicado el organismo de cuenca.

“Según lo establecido en el vigente Plan Hidrológico de la cuenca del Duero, las aguas del embalse del Pontón Alto están clasificadas en la categoría A2, lo cual supone, según el anexo I del RD 927/88, que deben someterse a un tratamiento de potabilización que como mínimo contemple un ‘tratamiento físico normal, tratamiento químico y desinfección’”, explican desde la CHD. “Ello explica que el Pontón pueda ser usado por los ayuntamientos que sí utilicen el tratamiento adecuado a través de las correspondientes estaciones de tratamiento de aguas potables (ETAP), pero no por el Ayuntamiento de La Granja de San Ildefonso, si no se pasa previamente por el tratamiento de potabilización adecuado”.

Este municipio suele utilizar para su abastecimiento el agua sobrante del estanque de los Jardines del Patrimonio Nacional, conocido como el embalse del Mar, “sometiéndola a una simple cloración, sin pasar por potabilizadora”, subrayan desde la Confederación. 

No obstante, Patrimonio Nacional empezó a bombear agua del Pontón el pasado 20 de septiembre para sus fuentes y para su uso en los jardines, “de acuerdo con la concesión otorgada por la Confederación Hidrográfica del Duero y con la instalación y tuberías de bombeo construidas a tal fin”, lo que ha derivado en la declaración del agua de La Granja como no apta para consumo humano, ya que el Pontón sufre desde hace varias semanas una atípica proliferación de algas que obliga a tratar su agua para que pueda ser consumida sin riesgos para la salud.

Por ello, “lógicamente La Granja no puede seguir utilizando las aguas de los jardines de Patrimonio para abastecimiento en la situación actual, dado que estas proceden del Pontón y no están potabilizadas”, justifica la CHD. Y “precisamente por ello, ya hace años el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente construyó a través de la Confederación Hidrográfica del Duero la ampliación de la ETAP de La Atalaya para poder atender a La Granja, además de a los municipios de la Mancomunidad de La Atalaya”, a la vez que “se construyó la tubería de abastecimiento desde esa potabilizadora hasta La Granja”.

En este contexto, el organismo de cuenca recuerda que “hace algún tiempo” que se puso en conocimiento del Ayuntamiento granjeño que la forma habitual de abastecimiento de su población “debe hacerse desde el Pontón, previo paso por la potabilizadora de la Atalaya, que para eso se construyó”. Aunque “ello no obsta para que, en el periodo en el que se disponga de agua suficiente, puedan utilizarse las aguas desde el estanque de El Mar, como se venía haciendo, sin perjuicio de su calidad sanitaria”.

 

Autoridades sanitarias

La CHD lleva a cabo desde principios de este mes “un seguimiento más intenso” de la calidad del embalse del Pontón Alto, en la provincia de Segovia, al tener conocimiento de “una incidencia relacionada con un posible deterioro en las características organolépticas del agua procedente de la captación de abastecimiento a la ciudad de Segovia, situada en el citado embalse”. O lo que es lo mismo, como ya explicó el Ayuntamiento de la capital, un problema de mal sabor y olor del agua debido a la proliferación de algas que, sin embargo, no ha impedido en este caso que se pudiera consumir sin riesgo para la salud. 

El organismo de cuenca ha estado en contacto desde entonces (por teléfono y correo electrónico) con el Ayuntamiento y el Servicio Territorial de Sanidad de Segovia para evaluar el estado del embalse y buscar soluciones. “Desde el primer momento, la CHD ha proporcionado a las citadas administraciones tanto asesoramiento técnico como toda la información analítica de la que va disponiendo en cada momento”, explica.

El embalse de Pontón Alto, “como muchos otros de la cuenca del Duero, presenta problemas de eutrofización de sus aguas como consecuencia de la naturaleza de los terrenos por los que discurre y de las presiones antrópicas a las que está sometido”, y el punto de vertido de la EDAR de La Granja está situado aguas abajo del mencionado embalse.

El fenómeno de la eutrofización se manifiesta por un crecimiento anómalo de microalgas, especialmente importante cuando sube la temperatura o la insolación de los embalses, “lo que es lógico después de un verano cálido y continuado”. Por ello, se prevé que tales efectos disminuyan con el cambio de temperatura o con la aportación de aguas de lluvias, aunque “seguirá siendo necesario el adecuado tratamiento”, insiste la Confederación.

 

Es por ello que la CHD, “a la vista de la información disponible”, confirma que “la masa de agua” del Pontón “se encuentra estratificada térmicamente con una capa superior en la que existe una importante proliferación algal que, a todas luces, está en el origen de los problemas organolépticos referidos anteriormente”.

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