Tras varios meses de parálisis en cuanto a restauraciones en la Catedral de Segovia, este mes de julio los andamios han vuelto al templo. Esta vez para seguir una gran intervención que comenzó en 2009: la restauración de un total de 113 vidrieras.
La empresa de maestros vidrieros “Vetraria Muñoz de Pablos”, encargada de este proyecto, ya ha comenzado los trabajos en la vidriera “Coronación de la Virgen”. Ubicada en el crucero norte, se ha tenido que intervenir saltando el orden del Plan Director establecido debido al peligro de desprendimiento de algunas partes de este vitral.
El proceso se inició hace varios días con el montaje de todo el andamiaje para permitir realizar los trabajos por parte de los profesionales con las medidas de seguridad oportunas. Una vez instalado, se ha procedido al desmontaje del conjunto de la vidriera para ser trasladada hasta el taller, lugar donde se efectúa el grueso de la restauración.
Esta primera fase, ya finalizada, se ha completado cubriendo el vano con un cristal transparente que impide que entre cualquier elemento exterior al interior del templo. El andamio seguirá montado hasta que se efectúe la restauración y el vitral vuelva a su lugar original.
El tratamiento a realizar a partir de ahora se basa fundamentalmente en la consolidación de los elementos inestables del conjunto, reforzando los originales y sustituyendo los que no cumplan su función. A continuación, se llevará a cabo una limpieza de los vidrios y elaboración de piezas nuevas para reemplazar las perdidas. Una vez esté toda la escena reconstruida tanto con los vidrios antiguos como con los nuevos, el siguiente paso será el emplomado, cementación y paginación de los elementos metálicos.
Como forma de conservación para el futuro del vitral, una protección isotérmica montada sobre el bastidor de acero y separada de la vidriera 3 mm permitirá la circulación del aire.
Esta vidriera fue realizada por Francisco Herranz en 1682. Representa a la Virgen coronada por la Santísima Trinidad. El Padre y el Hijo sujetan la corona mientras que los ángeles rodean toda la escena y presencian el acontecimiento. La leyenda, en la parte inferior, reza: Diola la Tierra.
El vitral en restauración forma parte del tema mariano, como las otras siete vidrieras de esta parte del templo. Todas fueron realizadas por el mismo autor, Francisco Herranz y representan la Inmaculada, Natividad de la Virgen, Presentación de la Virgen en el Templo, Desposorios de la Virgen, Pentecostés, Tránsito de la Virgen y la Asunción, junto con la mencionada de la Coronación de la Virgen.
El coste de esta intervención como de todo el Plan Director de las vidrieras será sufragado por el Cabildo Catedral a través de los ingresos de la venta de entradas.
Vidrieras de la Catedral de Segovia
La Catedral de Segovia cuenta con un total de 157 vidrieras, 108 de carácter iconográfico, pertenecientes a distintos autores, épocas y estilos distribuidas a lo largo de las naves, crucero, capilla mayor y girola. Vitralistas españoles y flamencos plasmaron en ellas desde el siglo XVI hasta 1916 los misterios de la vida de Jesucristo y de la Virgen María además de muchos de los milagros del ministerio público del Mesías.
En concreto, del s. XVI datan 62 vidrieras pintadas entre 1544 y 1548 por Nicolás de Holanda, Nicolás de Vergara, Pierre de Holanda, Pierre de Chiverri y Gualter de Ronch que dan luz a lo largo de la nave central y las naves laterales del lado del evangelio y de la epístola. De estilo manierista, en todas ellas se ilustra el Misterio de la Redención.
En el crucero se contemplan 10 vidrieras realizadas entre el 1682 y 1688, obra de Francisco Herranz, con el ciclo de la vida de la Virgen. Al mismo autor pertenecen las 21 vidrieras de los 7 trípticos que decoran la girola, centradas en los milagros del Mesías y fechadas entre el 1679 y 1684.
En el presbiterio los santos segovianos se inmortalizan en 7 vidrieras que se manufacturaron en 1916 en la Casa Maumejean de Madrid, fundada por el vidriero Jules Pierre Maumejean.
Por último, entre las 108 de tema iconográfico destacan las 4 vidrieras de la base del cimborrio que representan a los Padres de la Iglesia -1687 a 1689-. Destacan las vidrieras de san Jerónimo y san Agustín, a la espera de recuperar las de san Ambrosio y san Gregorio, los cuatro Padres de la Iglesia de occidente que se instalaron de 1687 a 1689.
Completan el conjunto de 157 vidrieras las 8 de la linterna de la cúpula, 32 vidrieras de las capillas laterales y absidiales y 13 correspondientes a cuatro huecos en formas de tríptico de los laterales del presbiterio, sin olvidar la situada en la parte más alta de los pies de la nave central. Esta última ya cerrada por la vidriera, Venida de Cristo al final de los tiempos, realizada por el maestro vidriero Carlos Muñoz de Pablos.