Considerado una leyenda en Chile, pero prácticamente desconocido en España, el Oriflame era un buque de guerra de origen francés convertido en navío de registro de la Carrera de Indias que zarpó en su último viaje, febrero de 1770, con destino al Callao de Lima, en el virreinato del Perú, naufragando en extrañas circunstancias frente a las costas chilenas.
Hasta ahora se desconocían con exactitud las circunstancias por las que pasó a manos españolas, suponiendo que, a finales de 1761, Carlos III ordenó la captura de todos los barcos ingleses anclados en puertos españoles. Sin embargo, el autor descubre en su investigación que el Oriflame no fue capturado sino comprado en Gibraltar, siendo rebautizado como Nuestra Señora del Buen Consejo y San Leopoldo, aunque conservando su alias.
En febrero de 1770, zarpó del puerto de Cádiz, bajo las órdenes del capitán Joseph Antonio de Alzaga, con 176 personas, y un importante cargamento compuesto por telas, joyas, instrumentos musicales…y con 1.468 cajones con cerca de medio millón de piezas de finísima cristalería de la Real Fábrica de Cristales de La Granja de San Ildefonso.
Tras el desafortunado final del navío, del que podremos saber más tras la lectura del libro de Vicente Ruiz, las autoridades virreinales de Lima enviaron expediciones para rescatar el importante cargamento, pero solo pudieron recuperar algunas decenas de cajones. Finalmente, se dio por perdido para siempre con toda su carga y sus víctimas depositadas en el fondo del océano.
A principios del siglo XXI, una empresa cazatesoros bajo el nombre de Oriflama S.A. anunció haber dado con el sitio en el que estarían sus restos, logrando en 2005 que un tribunal de primera instancia de Chile le otorgara la prescripción adquisitiva ordinaria del pecio. En el año 2010, la Unesco manifestó su inquietud porque el navío Oriflame fuera encontrado y expoliado. Tras varios juicios, en 2016 la justicia chilena rechazó un recurso de protección interpuesto por esta empresa cazatesoros que reclamaba la extracción de la carga, objetos muebles, aparejos y restos de la estructura del navío naufragado en la desembocadura del río Huenchullami en 1770.
El Oriflame, comienza una nueva singladura gracias al último libro de Vicente Ruiz que ha realizado una profunda investigación sobre su historia, llegando a la conclusión de que España, podría reivindicar el valioso cargamento que transportaba y que yace sobre el lecho marino.
Para demostrar esta hipótesis, Ruiz García, Doctor en Historia, ha recorrido un largo camino con el fin de desvelar los numerosos interrogantes que atesora esta historia, entre otros el de identificar el cargamento, sus dueños, el tipo de barco y su misión, su procedencia, su pertenencia en el momento del desastre y descartar las ulteriores posibilidades de reclamación que tendrían las distintas partes.
Tras captar el interés de la prensa de todo el mundo con reseñas en The Times, El Clarín de Buenos Aires o El País y después de recibir la llamada de dos productoras, una chilena y otra española, interesadas en rodar un documental sobre su trabajo, el autor, experto en historia naval, ve por fin publicado este libro, gracias a que se alzó como ganador del Premio Nuestra América otorgado por la Diputación Provincial de Sevilla, en colaboración con la Universidad de Sevilla y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Un galardón que se suma a los numerosos reconocimientos con los que cuenta el autor.