La Comunidad es uno de los territorios europeos con mayor importancia en el sector de la biomasa, con 2.500 empleos en empresas que facturan 300 millones de euros y que, con gestión adecuada, será “eterno al no ser deslocalizable”. Estas declaraciones son obra del director de planta Naturpellet, Roberto Bravo, una de las instalaciones “mejor organizadas” en cuanto a ahorro de costes y que está radicada en la localidad segoviana de Sanchonuño, cuna de toneladas de pino.

Bravo reclama mayor respaldo y una apuesta de las administraciones, pues la Junta posee en propiedad el 80 por ciento de los montes de la Comunidad; y argumenta que otras empresas y fábricas “pueden irse”, pero la madera y su transformación no. Tal y como explicó la biomasa destaca por “el uso sostenible de este producto y se debe promover como fuente de energía renovable, de empleo y de riqueza”. “El éxito del pellet es que supone un cambio radical desde la leña y las briquetas, más vinculadas al medio rural y más minoritarios”.

La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) defiende estos datos. Su presidente, Javier Díez, acompañó a Bravo por las instalaciones de la fábrica de pellets en una jornada que sirvió para poner en valor este producto, que genera 3,3 empleos por cada megavatio, tanto para la producción como para operación y mantenimiento, y que es “más económico y sostenible” que los combustibles fósiles, pues cada 1,6 kilos de pellets iguala un litro de gasóil, pero el precio del primero es de 250 euros la tonelada, mucho más asequible que el derivado del petróleo.

La producción de energía primaria a partir de biomasa para uso térmico y eléctrico se sitúa por encima de los 5.000 ktep al año (toneladas equivalentes de petróleo). España cuenta con más de 160.000 instalaciones de biomasa en funcionamiento que suman 7.275 megavatios instalados, lo que permite una reducción de 3,2 millones de toneladas de CO2. “Esto refleja la importancia del sector”, explica Bravo, quien reitera que se trata de un combustible “renovable, ecológico y de madera” que cuenta con las más avanzadas certificaciones a nivel europeo.

Avebiom augura que con un crecimiento anual de mil megavatios instalados, en 2020 permitiría una reducción de 5,5 millones de CO2, es decir, una contribución a los objetivos nacionales de reducción de emisiones en los sectores difusos de un 2,5 por ciento. En términos de empleo, la utilización de biomasa implica la generación de más puestos de trabajo en la producción de combustible que con el uso de los de carácter fósil por cantidad producida. En concreto, dos veces más que el gas natural. En las actividades de operación y mantenimiento, la biomasa general empleo 60 veces por encima que el gas natural, medido en puestos de trabajo por megavatio.

El director de la planta subraya la importancia de estar situados junto a TAMA, que necesita más de 200 metros cúbicos de madera de pino aserrada para fabricar 10.000 palés cada día. Más del 60 por ciento del subproducto generado en la fabricación de palés es astilla, un 25 por ciento, serrín, y el 12 restante, viruta. Todos los materiales entran al proceso productivo del pellet, pero son posibles otras opciones.