La XXVII añada de la DO Ribera del Duero, la correspondiente a 2009, recibió en Peñafiel la calificación de “excelente”, una valoración que no obtenía desde la campaña 2004 y que fue otorgada por los diez integrantes que componían el Comité de Calificación y para cuya obtención del resultado fue necesaria la cata de 1.200 muestras de caldos que suponen 55 millones de litros sometidos a examen analítico y organoléptico.
La calificación se conoció durante el desarrollo de una gala que tuvo lugar en el claustro del Hotel Convento Las Claras de la localidad vallisoletana con la presencia de más de medio millar de invitados, entre los que se encontraban personalidades del mundo del vino, empresarios, representantes de los medios de comunicación, así como políticos, entre los que destacaron el presidente del Consejo Regulador, José Trillo, el alcalde de la ciudad ribereña, Félix Ángel Martín, y la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente.
En la presentación, Trillo destacó que “esta es una gran cosecha para Ribera del Duero, grande en todos los sentidos, tanto en lo que respecta a la cantidad como en lo que se refiere a la calidad”.
Según los técnicos del Consejo Regulador, la Cosecha 2009, siguiendo la tónica habitual en la Ribera del Duero, estuvo notablemente condicionada por los rigores invernales acaecidos. Así, los meses de noviembre y diciembre se caracterizaron por temperaturas extremas muy bajas y frecuentes heladas, mientras que la salida del invierno coincidió con un importante incremento de las temperaturas respecto a las tradicionales, en claro contraste con la pluviometría registrada, que marcó valores significativamente más bajos que la media histórica.
No obstante, añade la valoración, pese a la práctica ausencia de lluvias, la viña fue capaz de acelerar su crecimiento a lo largo de la primavera y, especialmente, del caluroso verano, hasta completar la maduración en fechas habituales para la zona.
Destacó durante la campaña 2009 la perfecta sanidad del viñedo, ya que la maduración se produjo de forma adecuada, pues tuvo lugar una vez transcurridos los rigores del estío, con temperaturas diurnas templadas y muy buena insolación e iluminación, acompañadas de valores termométricos nocturnos frescos. Todo ello provocó una potente maduración fenólica, tanto para el caso de los antocianos como de los taninos, caracterizada también por su homogeneidad conseguida en un reducido período de tiempo. Finalmente, las favorables condiciones climatológicas durante la vendimia permitieron recolectar las diferentes parcelas cuando la uva presentaba una maduración óptima.
En esta ocasión fueron 87,2 millones de kilogramos, con lo que la de 2009 se convirtió en la segunda campaña más productiva de la historia de la Ribera del Duero. Los vinos de la cosecha manifiestan su profundo color con tonos muy violáceos, acompañado de un elevado contenido de tanino dulce. Por su parte, el grado alcohólico es adecuado, al igual que ocurre con la carga glicérica de los vinos, permaneciendo aquél en perfecto equilibrio con la acidez. A juicio del Comité de Calificación, la cosecha de 2009 apunta a la consecución de “grandes vinos, tanto jóvenes como especialmente de guarda”.
La fruta en toda su potencia y los tonos minerales que surgen del tanino noble invaden la fase olfativa de estos vinos que, en definitiva, se trata de caldos “con un gran esqueleto, perfectos para su degustación en el momento actual y cuyo potencial permitirá en el futuro disfrutar de sus magníficas cualidades”.
Integrantes del Comité
El Comité Científico se compuso de una importante diversidad de sectores alrededor del vino. Así, entre ellos estaba Carles Aymerich, sumiller del restaurante El Celler de Can Roca (cuarto mejor restaurante del mundo y tres estrellas Michelín), vencedor del Concurso Nacional de Sumilleres y finalista en el Campeonato Internacional. Le acompañaron la experta en vino e importadora Katarzyna Romanska Jaworek; el presidente de Honor de la Unión Española de Catadores, José Luis González Cledera; el profesor titular de Análisis Sensorial de la Universidad de La Rioja; Antonio Tomás Palacios García; el director de La Posada de Diario El Mundo, Fernando Lázaro; así como los técnicos de los comités de Cata y Apelación del Consejo Regulador: Álvaro Ruiz Paredes, María Pinacho Gómez, Francisco Plaza Torres, Mónica Peñas López y José Carlos Álvarez Ramos.