Castilla y León ha retomado esta semana cierta actividad laboral en algunos sectores no esenciales como es el caso de la industria o la construcción, después de que el Gobierno levantara la restricción para estos colectivos a partir de la jornada de hoy. Esto ha sido perceptible fundamentalmente en el incremento de tráfico en las calles de las ciudades, en especial a las horas punta con los desplazamientos a algunos centros de trabajo, y también a la hora de percibir de nuevo actividad en algunas obras, en las últimas semanas paradas, en aquellos lugares donde la climatología lo ha permitido.

Michelin es una de las factorías que hoy ha dado los primeros pasos para retomar la actividad productiva. Ya el fin de semana fueron algunos trabajadores los que desarrollaron actividad en la fábrica para prepararla de cara al desembarco este lunes de los primeros trabajadores en su regreso a la actividad, algo que según la empresa harán alrededor de una cuarta parte de la plantilla en estos primeros días y cerca de la mitad a partir de la próxima semana.

Un trabajador de Michelin que prefirió mantener su anonimato puso de relieve en declaraciones a Ical las medidas de seguridad establecidas desde la empresa de neumáticos para retomar la actividad, a la que tan solo se ha reclamado a aquellas personas sin problemas médicos o antecedentes de riesgo. “Te llaman de forma voluntaria y hoy ya vamos gente a trabajar, de manera escalada”. De hecho, se han modificado turnos y horarios de entrada “para que no coincidamos en el vestuario”.

Al llegar, los trabajadores se han encontrado los tornos “desconectados” y marcas de distancia en el suelo, además de que se les toma la temperatura. “Si tienes menos de 37, entras”, explicó. “No hay que tocar el torno ni nada y lo primero que hacen es darte una charla y material” con máscara, gel hidroalcohólico, desinfectante, mascarilla y guantes.

Los trabajadores también están recibiendo un tríptico con las medidas de seguridad de las que ya habían sido informados previamente, pero que fundamentalmente se centran en la importancia de guardar las distancias de seguridad y evitar concentraciones de personas, algo que era especialmente frecuente en la hora del bocadillo o en los vestuarios en el cambio de turno, algo que ahora se ha organizado para evitar la coincidencia entre los trabajadores, a quienes también han recomendado ducharse en casa e incluso existe la posibilidad de acudir desde casa con la ropa de trabajo.

“Esto era impensable”, reconoció este trabajador, que puso de relieve que en ningún momento ha faltado material de seguridad en la empresa en condiciones normales, aunque ahora se han visto reforzados con mayores medidas de higiene y distancias de seguridad. Ahora además hay “turnos nuevos” y se intenta que la gente no coincida en los vestuarios, además que se ofrece “mucha información” y charlas “continuas” de la situación de la que previamente se ha informado ya por teléfono.

Construcción

Hermenegildo Pérez, Gildo para los amigos, tiene 43 años y lleva más de la mitad de su vida en el sector de la construcción. Hace más de dos décadas que optó por hacerse autónomo y se reincorporó hoy al trabajo, junto con sus dos empleados, después de 15 días de inactividad forzosa. “Ahora casi todo lo que hacemos es reforma. Hice obra nueva antes de la crisis de 2008, cuando la situación estaba muy bien en el sector pero luego tuve que adaptarme a obras pequeñas, entre otras razones, porque no había casi nada de trabajo”, explica a Ical.

La deseada vuelta al trabajo se hace con todas las reservas e intentando desechar los temores porque un autónomo “no tiene otra opción”, según indica. “Vamos con mucha cautela porque el miedo está ahí pero tenemos que incorporarnos. No podemos permitirnos el lujo de dejar pasar las semanas sin trabajar y seguimos todas las medidas de seguridad”, asegura. “Aparte de mantener la distancia de seguridad, usamos guantes de nitrilo, mascarillas y gel hidroalcohólico y se lo facilito a la gente que trabaja conmigo. Como trabajamos en una vivienda de dos plantas, uno trabaja arriba y los otros dos, abajo, lo más separados posible”, detalla.

La obra de reforma, en un pequeño edificio ubicado en el Casco Antiguo de Zamora, es integral, de manera que la casa no está habitada mientras trabajan los obreros, que procuran cumplir los plazos, a pesar de las tremendas dificultades que presentan estos tiempos. “Estamos trabajando lo mejor que podemos pero hay que recordar que dependemos de varios oficios. El pintor, el carpintero… tendrán que ir entrando y luego volveré a rematar”, señala.

Urgencias

La empresa ‘Segoviana de Montajes Eléctricos’ S.L. se reactivó este lunes con la vuelta al trabajo de uno de sus socios fundadores, Florencio Sanz. El otro socio, Leoncio Rivilla, se incorporará mañana, una vez reciba el alta, tras haber estado en seguimiento médico en Atención Primaria como enfermo con síntomas compatibles con el coronavirus, al igual que su mujer. El propio Florencio también estuvo unos días de baja, al tener fiebre.

Desde que se pudo incorporar al trabajo, Florencio Sanz estuvo haciendo avisos de urgencias, según estaba recogido en el decreto del estado de alarma, para profesionales como los electricistas, así como planear la tarea para el día que se reactivara la actividad económica, que se puso en hibernación el 30 de marzo. Lo más importante es tomar todas las medidas de seguridad y precaución. “Con mascarillas, una caja de guantes en cada una de las furgonetas, al igual que un bote de gel hidroalcohólico desinfectante”, detalla Florencio Sanz.

Las mascarillas son caseras, realizadas por su mujer y administrativo de la empresa, Rosa, tras acudir a las farmacias y ver que era imposible adquirirlas. Mascarillas totalmente válidas, según les aseguró el propio farmacéutico, que de hecho se quedó con su teléfono de contacto, por si podían ayudar a otras personas, con sus mascarillas.

‘Segoviana Montajes Eléctricos’ ya pueden atender los trabajos que tenía pendientes en Segovia capital, la provincia e incluso al otro lado de la sierra de Guadarrama. Florencio Sanz remarca que una vez activado el sector de la construcción, los electricistas también vuelven a tener tarea. En las obras están solos, lo que también garantiza el distanciamiento social y reducir el riesgo de contagio. Por esta situación extraordinaria por el Covid-19, de momento, solo les han aplazado una obra que tenían contratada.

Otros sectores

La jefa de Informativos de Cope Soria, Sonia Maroto ha vuelto al trabajo después de estar haciendo «radio en directo» desde su casa durante el último mes. Lo ha hecho con «muchas dudas» sobre cómo proceder en lo que respecta a la manipulación del equipamiento técnico, «con miedo al contagio» y con la preocupación de dejar a sus hijos en casa con su marido, que no puede abrir la empresa que regenta hasta que ella no vuelve a casa.

«He vivido la vuelta a la emisora con mucho miedo al contagio tanto al mio como al de mi familia y compañeros. También tengo muchas dudas de cómo proceder respecto al uso de mascarillas», describe, para insistir en que tampoco sabe cuántas veces debe cambiarse los guantes, tras manipular los equipos de la radio.

A primera hora, la periodista desinfectó todos los equipos que procederá a tocar a lo largo de su jornada laboral: silla, mesa de trabajo, ordenador, baño y mesa de muestras y, antes de marcharse de su emisora, ha vuelto a hacer el ritual para que su compañero lo encontrara limpio al reincorporarse también físicamente al trabajo.

Respecto a sus hijos, hoy los niños se han quedado con su padre hasta que a las 12.00 horas ella ha vuelto a casa a continuar su jornada laboral desde allí. Su marido, empresario de la ciudad, ha abierto el negocio sobre las 12.15 de la mañana. «Ha abierto muy tarde», lamentó la periodista.