Jefferson Castillo (Barinas, Venezuela, 1987) es desde el pasado mes de diciembre el director deportivo del Unami CP coordinando la sección de fútbol desde el primer equipo hasta la base. «Soy de familia futbolera, lo llevo en la sangre», reconoce en conversación con segoviaudaz.es el propio Castillo. Como futbolista, Jefferson demuestra trazas de goleador y alcanza seis campeonatos nacionales de Venezuela, a lo que hay que sumar experiencia en el fútbol norteamericano e italiano, para cerrar su trayectoria profesional en el Deportivo Margarita de Venezuela. En 2018 funda del Club Deportivo Alezxur, perteneciente al estado venezolano de Nueva Esparta, y el pasado mes de julio de 2021 recala en España para apoyar a su mujer, que acude a recibir tratamiento médico. Tras un paso por Guadalajara (en el que trabaja con el Íbero Sport), recala en Segovia donde enseguida encuentra sintonía con los directivos del Unami CP.
Trabajo con colectivos desfavorecidos
En Venezuela, su experiencia con el fútbol más allá de los terrenos de juego está relacionada con la inclusión social, toda vez que gracias a su desempeño logra que muchos chavales – el Club Deportivo Alezxur llega a contar con setecientos jugadores en la base – opten por hacer deporte en vez de pasar el tiempo ociosos, con las drogas o el alcohol. Es en este campo, y en el futbolístico en general, donde Castillo aplica las enseñanzas recibidas por su mentor, Giovanni Pérez (San Cristóbal, Venezuela, 1974), legendario futbolista venezolano.
Casi con «plenos poderes» en el Unami
Los directivos del Unami valoran la experiencia de Jefferson hasta el punto de dejarle «tomar las riendas». «Algo se está formando en el futuro del Unami», sentencia Castillo. «Se está haciendo una buena gestión y labor», añade. «Lo importante es las ganas de cambiar, de mejorar y ya se ha visto un cambio en todas las categorías, siempre pensando en los chavales», explica Jefferson Castillo que recalca que la formación como personas de los jugadores «es lo más importante».
Metodología con entrenadores y trabajo en equipo
Jefferson Castillo transmite pasión en su discurso en torno al fútbol, un amor por el deporte que transmite a su grupo de trabajo. «Se ha motivado a los entrenadores y realizado charlas con los padres para transmitirles confianza en dónde tienen a sus hijos», explica. «El Unami tiene que pensar en sí mismo y a lo grande», apunta. «La competencia como club es nuestra, motivados para ser mejores cada día y que los jugadores aprendan aspectos importantes como los valores y la disciplina», cuenta. «No todos los futbolistas pueden ser profesionales, pero seguro que pueden ser buenos doctores, albañiles, maestros…», apostilla.
El futuro
Jefferson Castillo quiere que el Unami crezca. «Es lo que más deseo», sostiene. «Los directivos se contagian con las cosas buenas y positivas, son personas que quieren ver el club más arriba de donde está», asegura Castillo. «Para crecer es básico cumplir lo que prometemos tanto a los jugadores como a los entrenadores», sentencia el venezolano.
Con respecto al fútbol femenino, Castillo no cierra puertas. «Tenemos que aprovechar las chicas que ya tenemos en el club y que juegan al fútbol sala, organizar eventos destinados al fútbol femenino para incentivar a las niñas a que jueguen». «En Venezuela es obligatorio que haya equipos femeninos en los clubes», apunta.
Con el primer equipo instalado en la zona alta de la clasificación en Regional, el club trabaja pensando en un posible ascenso a Tercera. «Nos estamos preparando para lo que viene y si el equipo asciende ya tenemos una estrategia económica definida», apunta. «Hay que trabajar sin descanso pensando en Tercera para que cuando llegue no nos sorprenda», insiste. Incorporar entre 10 y 12 entrenadores más y añadir un equipo juvenil al club para tener todas las categorías cubiertas forman parte del ambicioso proyecto de Jefferson Castillo que quiere empezar a implementar el curso que viene.
Premios a los valores
Una de las primeras medidas tomadas por Jefferson en el Unami es la de «premiar» todos los meses a jugadores de cada uno de los equipos del club que destacan por sus valores, más allá de lo deportivo. «En todos esos chavales hay problemas o dificultades en el trabajo de sus padres, en el colegio… y el club quiere valorar el esfuerzo que hacen por el Unami», explica Castillo. «Con ese detalle queremos que el resto de los jugadores se contagien de la disciplina, del compañerismo que demuestra quien lo recibe», detalla. «Es importantísimo que el jugador sepa que estamos pendientes de él y que a pesar de cada circunstancia personal, nosotros les prestamos atención», insiste. «No somos perfectos, pero lo malo lo echamos a un lado y lo bueno lo seguimos repitiendo», apostilla.
Relación con el resto de clubes
La particular idiosincrasia del deporte de base en Segovia no sorprende a Jefferson Castillo, acostumbrado a unificar en la misma dirección a distintos clubes desde su Venezuela natal. «Siempre debe haber un club que lleve la iniciativa, pero aquí no he visto eso todavía. Sí que percibo que hay clubes con ideología distinta a lo que es puramente lo futbolístico», reflexiona. «Me interesaría mucho que entre todos los clubes nos ayudáramos, aunque esto es una opinión personal que no he consensuado con el club. No llevo mucho tiempo en Segovia, pero no me importa ser yo el que dé el primer paso en ese sentido», concluye Jefferson Castillo.
Texto: Javier de Andrés