El ambiente cortesano e ilustrado regresó a La Granja de San Ildefonso, y ya van 18 ediciones, porque este municipio segoviano se sumerge cada primer fin de semana de junio en un bullicioso y divertido mercado formado por más de un centenar de paradas de venta de todo tipo. A los mercaderes y artesanos se sumaron los más variopintos personajes de época, unos con la elegancia y riqueza propios de su estatus social y otros pícaros y buscavidas.
El mercado pudo iniciar todas sus actividades con total normalidad pero con la mirada puesta en el cielo ante la previsión de lluvias y tormentas durante las próximas horas. Desde el Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso explicaron que si fuera necesario se suspenderán las actividades que se puedan ver afectadas por la lluvia.
Las recreaciones y teatralizaciones callejeras son las grandes protagonistas de esta cita anual dando vida a cualquier hora del día al mercado, con música, juegos, pasacalles, y pequeñas historias sobre los monarcas reyes que habitaron su Palacio Real como Felipe V o Carlos IV, los marqueses y las marquesas que formaban parte de la Corte y siempre pendientes de la seguridad, haciendo sus rondas, los integrantes de la Guardia de Corps.
Aires militares también en la plaza del Vidriado de La Granja donde se mantendrá acampados durante todo el fin de semana, si el tiempo no lo impide, un regimiento militar, que ante la mirada de los curiosos, desarrollan las actividades más cotidianas de este tipo de instalaciones. La historia de este municipio también está presente en las visitas teatralizadas en el Museo del Vidrio.
Los miles de visitantes que pasan por el Mercado Barroco se hacen cientos de fotografías con los vecinos del Real Sitio que van perfectamente vestidos con sus trajes de época, gracias a las muchas horas de esfuerzo invertidas en el taller de diseño y confección de vestidos barrocos, que además, este año, formarán parte del desfile que discurrirá por las calles del municipio hasta llegar a la Real Fábrica de Cristales donde tendrá lugar un gran baile de máscaras.
Para todos los públicos
Otra de las actividades que no faltaron a su cita en esta decimoctava edición del Mercado Barroco de La Granja fueron las exhibiciones de cetrería, que siempre son seguidas por cientos de personas especialmente por los más pequeños encantados de ver tan de cerca los vuelos de estas aves y como acuden a la llamada del cetrero. Los visitantes más menudos no se olvidaron de pedir a sus padres que les llevaran al ‘Pequebarroco’, donde pudieron participar en talleres y aulas de manualidades.